El PP-A consideró este martes "indecente la permisividad y debilidad del Gobierno de la Nación a la hora de aceptar todo tipo de agresiones afrentas y ataques que se producen en últimos tiempos de Gibraltar hacia autoridad españoles", tras el incidente ocurrido en la colonia con los cuatro agentes de la Guardia Civil.
Además, indicó que instarán al Gobierno a que "se suspenda el Foro Tripartito". Griñán no ha abierto la boca sobre el vergonzoso comportamiento del Gobierno de España en el pueblo andaluz de Gibraltar.
El PP nacional ha arremetido contra el Ejecutivo en el caso de la detención y posterior liberación de los cuatro guardias civiles por parte de las autoridades de Gibraltar. Según afirmó el diputado popular por Cádiz, José Ignacio Landaluce, que viene siguiendo día a día los conflictos en el Peñón, "la Guardia Civil está siendo traicionada por su propio Gobierno".
Antonio Sanz anunció además que llevarán una "interpelación urgente" al Parlamento andaluz en el pleno del próximo jueves en el que solicitaran "el rechazo del Gobierno andaluz a la actitud de Gibraltar", ya que entienden que "está obligado a recriminar este comportamiento, que es incomprensible e inaceptable".
Por lo tanto, desde el Parlamento instarán al Gobierno de la Nación a que "se suspenda el Foro Tripartito" ya que, desde que se le otorgo a Gibraltar un trato de equidad con el Reino Unido y España "la actitud de Gibraltar ha sido a diario pisotear los intereses españoles", añadió Sanz.
Desde el PP-A, definieron el Foro Tripartito como "un foco constante de problema con ningún resultado positivo para los intereses españoles", por lo que el Gobierno Central "debería rectificar y dar un giro de 180 grados a su política de relaciones con Gibraltar". "Debería volverse a una mesa bilateral entre Reino Unido y España para los asuntos que conciernen a Gibraltar", aseveró Sanz.
En esta línea, Sanz manifestó que "se comprueba día a día que ha sido un error monumental la política de Zapatero y del ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, con Gibraltar, y de esos vientos recogemos hoy estas tempestades", así, lo acontecido ayer "es prueba de debilidad de la política internacional del Gobierno", sentenció.
Del mismo modo, los populares quisieron mostrar su apoyo total a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, concretamente a la Guardia Civil, por sus actuaciones en la lucha contra el narcotráfico en la zona, así como consideraron "incomprensible los obstáculos y zancadillas que interponen las autoridades gibraltareñas".
Por último, Sanz exigió al Gobierno "que deje de echarse a los brazos de Gibraltar y defienda y apoye a los Guardias Civiles que ha sido maltratados de manera inaceptable".
La vergüenza de los hechos
En la mañana del lunes, un barco de la Guardia Civil observó una lancha sospechosa merodeando alrededor de un buque norteamericano y se acercó para proceder a su identificación. Al ser conscientes de la presencia de la Guardia Civil, los tripulantes comenzaron una veloz carrera siendo perseguidos por la Guardia Civil. Cuando llegaron al puerto gibraltareño, lograron detener a dos gallegos, que eran los que viajaban en la lancha y que, presuntamente, estaban relacionados con el narcotráfico.
En ese momento, la Policía de Gibraltar los detiene a todos. Se llevó a los guardias civiles para ser interrogados y no se sabe qué hizo con los presuntos narcos gallegos, tras quitarles el barco y las armas reglamentarias. Por la tarde, los guardias civiles fueron devueltos a Algeciras pero sin armas y sin barco.
Posteriormente se supo que para conseguir su liberación, el propio Ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, tuvo que pedir perdón personalmente al primer ministro de Gibraltar Peter Caruana porque, al parecer, los agentes españoles habían procedido a la detención de los sospechosos en territorio considerado gibraltareño por las autoridades del Peñón.
Recuérdese que el pueblo andaluz y español de Gibraltar es la única colonia que queda en el continente europeo y que debería haber sido devuelta a España según la ONU hace decenios, a lo que el Reino Unido se ha opuesto siempre con unas u otras excusas.