Primero, el diputado Rafael Hernando preguntó a Rubalcaba por qué Interior tardó diez meses en comunicar al juez el descubrimiento de las siglas JAG. Y tras esta pregunta llegó un nuevo enfrentamiento entre Gil Lázaro y Rubalcaba a cuenta del chivatazo a ETA. El incombustible popular atizó duro al vicepresidente – "el chivatazo lleva claramente la marca Rubalcaba"- y el socialista ha vuelto a quejarse de que le pregunte tanto sobre el caso: "Lleva más de 26 preguntas".
El popular, que lleva meses demostrando su determinación a la hora de hacer rendir cuentas a Rubalcaba por el chivatazo a ETA, ha hecho lo propio este miércoles. Tras la expectación levantada por el primer duelo con Soraya Sáenz de Santamaría, Gil Lázaro no ha bajado la intensidad de crítica al recién estrenado vicepresidente.
Nuevo enfrentamiento entre Gil Lázaro y Rubalcaba a cuenta del chivatazo a ETA. El incombustible popular atizó duro al vicepresidente – "el chivatazo lleva claramente la marca Rubalcaba"- y el socialista ha vuelto a quejarse de que le pregunte tanto sobre el caso: "Lleva más de 26 preguntas".
Antes del rifirrafe entre ambos, Rubalcaba había dicho que lo bueno de su cargo era que "por fin me va a oír el señor Rajoy porque en dos años como portavoz no me escuchó nunca". Gil Lázaro no desaprovechó la espita, y dijo que, a la vez, lo bueno que tiene el nuevo cargo del superministro "es que ahora me va a escuchar Zapatero hablar sobre el chivatazo, porque en un año siempre se ha marchado".
Esto ya calentó el hemiciclo, y el popular aprovechó para atizar duro: "Usted negó el chivatazo tratando de cargarle el muerto a la autoridad francesa" aseveró, y acto seguido añadió: "Lo cual es una necedad, porque hasta el Fiscal asumió implícitamente la existencia del chivatazo, y una osadía porque puede traerles alguna sorpresa desagradable" dijo.
"Déjese de gaitas", pedía el diputado, "usted ha vuelto a poner al Estado en las cloacas, el chivatazo lleva la marca Rubalcaba, usted tiene una larguísima trayectoria que le retrata, es usted representante de aquél felipismo, hundido por los crímenes de Estado y la corrupción" decía, con el alborozo de la bancada popular. "Zapatero y usted son las X del Faisán" concluía Gil Lázaro.
La defensa de Rubalcaba no difirió de lo que hacía cuando sólo era ministro del Interior: se quejó de la cantidad de preguntas que Gil Lázaro le había formulado por el chivatazo, y de sus duras palabras: "Me ha preguntado ventiséis veces por esto" y añadió que "sumadas, es una hora insultándome, calumniándome a mí y al gobierno, y también a todos los policías que todavía se juegan la vida en el País Vasco" espetó.