L D (Efe) El hallazgo de estas 45 armas se produjo a principios de esta semana, según han informado fuentes de la Guardia Civil, que han asegurado que esta segunda recuperación de armas robadas no ha venido acompañada, por el momento, de ninguna detención. Tras la recuperación el pasado junio de 231 pistolas sustraídas, las investigaciones posteriores determinaron la existencia de un vehículo robado en abril que, según se sospechaba, podía contener algunas de las armas sustraídas en mayo en Francia, ha informado la Guardia Civil en un comunicado.
Finalmente, se consiguió localizar el vehículo en un barrio periférico de Barcelona, dentro del cual se hallaron 45 armas, 42 de ellas del calibre 9 mm Parabellum y otras tres del calibre 22. Las mismas fuentes han declinado dar más detalles de la operación ya que las investigaciones siguen abiertas y, por lo visto, hay "bastantes posibilidades de que se recuperen todas las armas". El pasado 13 de junio la Guardia Civil intervino 231 pistolas en la localidad barcelonesa de Ripollet, y detuvo a dos integrantes de la organización delictiva que cometió el robo y que, en contra de lo que se pensó en un principio, no se trataba de ETA, sino de una banda que pretendía comercializar las armas en el mercado negro internacional, donde hubiesen alcanzado un precio tres veces superior a su valor habitual.
Las 341 pistolas fueron robadas en la localidad francesa de Bayona la noche del 29 de mayo cuando un camión de transportes procedente de Stuttgart (Alemania) se dirigía a Guernica (Guipúzcoa) con un cargamento para una empresa de armas en el País Vasco. En la primera operación de recuperación de armas, la Guardia Civil contó con la colaboración de las policías alemana y francesa, lo que permitió finalmente localizar una furgoneta alquilada, estacionada en un aparcamiento de Ripollet, que funcionaba como "almacén flotante" de las armas sustraídas. Las pistolas intervenidas entonces eran de la marca alemana Walther, la mayor parte del calibre nueve milímetros y algunas del calibre 22, y una vez comercializadas en el mercado negro hubiesen triplicado su precio de venta, de manera que si el coste normal de una de ellas es de 900 euros, a través de la venta clandestina se hubiesen colocado por unos 2.700 euros.
Finalmente, se consiguió localizar el vehículo en un barrio periférico de Barcelona, dentro del cual se hallaron 45 armas, 42 de ellas del calibre 9 mm Parabellum y otras tres del calibre 22. Las mismas fuentes han declinado dar más detalles de la operación ya que las investigaciones siguen abiertas y, por lo visto, hay "bastantes posibilidades de que se recuperen todas las armas". El pasado 13 de junio la Guardia Civil intervino 231 pistolas en la localidad barcelonesa de Ripollet, y detuvo a dos integrantes de la organización delictiva que cometió el robo y que, en contra de lo que se pensó en un principio, no se trataba de ETA, sino de una banda que pretendía comercializar las armas en el mercado negro internacional, donde hubiesen alcanzado un precio tres veces superior a su valor habitual.
Las 341 pistolas fueron robadas en la localidad francesa de Bayona la noche del 29 de mayo cuando un camión de transportes procedente de Stuttgart (Alemania) se dirigía a Guernica (Guipúzcoa) con un cargamento para una empresa de armas en el País Vasco. En la primera operación de recuperación de armas, la Guardia Civil contó con la colaboración de las policías alemana y francesa, lo que permitió finalmente localizar una furgoneta alquilada, estacionada en un aparcamiento de Ripollet, que funcionaba como "almacén flotante" de las armas sustraídas. Las pistolas intervenidas entonces eran de la marca alemana Walther, la mayor parte del calibre nueve milímetros y algunas del calibre 22, y una vez comercializadas en el mercado negro hubiesen triplicado su precio de venta, de manera que si el coste normal de una de ellas es de 900 euros, a través de la venta clandestina se hubiesen colocado por unos 2.700 euros.