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La fiscal cree que no se ha acreditado "desobediencia abierta" aunque Atutxa incumplió el auto del Supremo

La fiscal jefe del tribunal Superior de Justicia del País Vasco, María Ángeles Montes, reconoció que ha existido un "incumplimiento" del auto del Tribunal Supremo que ordenaba disolver el grupo parlamentario de Batasuna-ETA, aunque "no ha quedado acreditado" que hubiera una "desobediencia abierta" a materializar la orden por parte de los acusados.

La fiscal jefe del tribunal Superior de Justicia del País Vasco, María Ángeles Montes, reconoció que ha existido un "incumplimiento" del auto del Tribunal Supremo que ordenaba disolver el grupo parlamentario de Batasuna-ETA, aunque "no ha quedado acreditado" que hubiera una "desobediencia abierta" a materializar la orden por parte de los acusados.
L D (Agencias) Durante la lectura de su informe, en el último día de la vista que se sigue en el Palacio de Justicia de Bilbao contra Juan María Atutxa, Gorka Knörr y Kontxi Bilbao, la fiscal destacó que "ha existido un incumplimiento, porque no se ha llegado a suspender a SA". Sin embargo, según recoge Europa Press, aseguró que no ha podido acreditarse ni durante la instrucción ni durante la vista oral, que los procesados hayan incurrido en una desobediencia abierta, tal como establece el artículo 410 del Código Penal.
 
A su juicio, tampoco se ha podido probar que haya existido "una confabulación" con la Junta de Portavoces para que fuera rechazada la resolución general de Presidencia aprobada el 5 de junio de 2003, y que debía facilitar la disolución del grupo de los batasunos. La máxima representante de la Fiscalía vasca aseguró que las resoluciones judiciales "hay que cumplirlas en sus propios términos" pero consideró que hubo "un inicio de cumplimiento" con la aprobación de la resolución general de Presidencia para propiciar la suspensión de Socialistas Abertzales, nombe que utilizaba Batasuna-ETA en el Parlamento vasco.
 
Manos Limpias, que ejerce la acusación y que pide dos años de inhabilitación y 108.000 euros de multa para cada uno de los acusados, consideró que sí ha existido esa "negativa abierta" por parte de los procesados y que se produjo una especie de "Fuenteovejuna menor" en el Parlamento vasco para evitar la responsabilidad penal de los miembros de la Mesa de la Cámara. Se refería de esta forma al hecho de que la junta de Portavoces rechazara la resolución general de Presidencia aprobada por la Mesa que debía favorecer la disolución de Batasuna-ETA.

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