L D (Europa Press) El auto imputa a Arnaldo Otegi y otras 22 personas, por un presunto delito de enaltecimiento del terrorismo cometido durante el homenaje dispensado el 20 de septiembre de 2003 al miembro de ETA Arkaitz Otazua, muerto en enfrentamiento con la Ertzaintza en el Alto de Herrera, Alava.
Se trata de una de las tres causas recibidas en la Audiencia Nacional en las que está imputado Otegi, después de que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco dejara de ser competente para investigarle, al perder su condición de aforado tras las últimas elecciones vascas.
La juez explica que el 20 de septiembre de 2003 se celebró una manifestación en Bilbao, bajo el lema "No apartheid, autodeterminazioa", durante la que se fueron gritando eslóganes y se portaron pancartas en las que se homenajeaba a Arkaitz Otazua, muerto el 14 de septiembre de ese mismo año en un enfrentamiento con la patrulla de la Erzaintza, que había acudido al Alto de Herrera por un aviso falso de accidente de tráfico.
A la manifestación asistieron, además de Otegi, los ex parlamentarios Jone Goirizelaia, Araitz Zubimendi y Pernando Barrena, otros destacados miembros de Batasuna-ETA como Joseba Permach, Rafael Díez de Usabiaga (secretario general del sindicato LAB), Xabi Larralde, Joserra Etxebarria (portavoz de la plataforma AuB), la abogada Arantza Zulueta, la escritora Ampara Lasheras, el ex concejal Dabi Alonso y otros dirigentes históricos de la formación ilegalizada.
Al llegar al Ayuntamiento, Otegi inició su discurso con un "Viva a los gudaris (soldados) vascos" y pidió respeto para Arkaitz Otazua, "abogado con cinco idiomas y que arriesga su carrera profesional por luchar", porque "cree que es el camino más adecuado para liberar a este país". Agregó que "tenía toda una vida por delante y una carrera profesional con mucho futuro".
Además, dirigiéndose al lehendakari y al portavoz del Gobierno vasco, preguntó "si pueden ellos presentar a un solo militante del PNV que esté dispuesto a hacer eso por este país". Sus palabras fueron contestadas con "vivas a ETA" y Otegi terminó su discurso diciendo en tono amenazante: "La izquierda abertzale tiene un puño de hierro para todos aquéllos que pretendan volver a someter a este país a una terapia que no soluciona el conflicto vasco. No vais a jugar con nosotros. No lo vamos a permitir. Vamos a responder a todas y cada una de sus agresiones y a todos sus emplazamientos".