Se me olvidaba. Si estos "magistrados" del TC declaran constitucional el deber de conocer el catalán y la inmersión lingüística en la enseñanza, tendrán que asmir el papelón de ir frontalemnhte contra otras sentencias, algunas ya bastante deplorables por sí.
a) Tendrían que ir contra una sentencia decente, ininterpretable e implacable. La 84/1986, que declaró claramente anticonstitucional el artículo de la LNL de Galicia que imponía el deber de conocer el gallego. A ver cómo idian este Mihura.
b) Tendrán que ir contra la ya de por sí vergonzosa sentencia 337/1994, que decía que era constitucional que la administración pudiese imponer el catalán como lengua vehicular aunque sólo parcialmente, ya que esa sentencia impide claramente la posibilidad de que el castellano quede excluido como lengua docente.
c) Tendrán que ir contra el propio proceso constituyente, ya que, como recuerda Díez Eimil en su voto particualr discrepante de la STC 337/1994, la enmienda 106 presentada por la minoría catalana fue rechazada y lo que proponía era precisamente la inclusión del deber de conocer las lenguas cooficiales.
d) Lo peor, como dice el propio Díez eimil, es que el TC fue en contra de principios básicos en una democracia respecto a os efectos de declaración de cooficialidad de una lengua, ya que cuando hay cooficialidad corresponde al ciudadano elegir en cuál le son prestados los servicios públicos. Nuestros "magistrados" hicieron que nuestra constitución adoleciese desde ese momento de un grave déficit democrático. Prueba de ello es que esos principios son los que se aplican en todas als democracias sin excepción.
La única manera de que no haya conflicto con los nacionalistas, ya no digamos con fanáticos botarates como el "amigo" Bernat, que no es catalán, sino ibicenco, es plegarse a sus delirios (alguna vez tuve que mandarle a tomar por culo, así de claro). Y sólo entienden un lenguaje, que no es de "hablando se entiende la gente", sino otro más expeditivo. Pues España se la juega, pero sobre todo la libertad de los españoles, sobre todo de los españoles catalanes.
Lo que diga el TC sobre el estatut nos mostrará el grado de estupidez de los españoles en pensar absurdamente que se puede satisfacer a los nacionalistas. Si los magistrados aprueban ese engendro soberanista, enviarán a ETA este mensaje: seguid matándonos, que los españoles somos imbéciles. El estatut era el regalo-reclamo-cebo de Zapatero a ETA, que como no llegó al destinatario final, se lo va a quedar el nacionalismo catalán que actuó de tapadera.
Lo que pasa en España es trágico y ridículo. En el País Vasco, PSOE y PP acuerdan un gobierno con y proyecto antagónico al nacionalismo, que incluye libertad lingüística, voluntad de derrota de ETA, etc., exponiendo ambos partidos la vida de sus militantes ...
... y en Cataluña se cagan las patas abajo ante el nacionalismo catalán, asumiendo sus imposiciones lingüísticas, aceptando un estatut que consagra la “nación catalana”, el PSC actuando como un partido nacionalista más y el PP esperando echar un cable a CIU para que CIU se lo eche en Madrid.
Pues en la medida en que el PP y el PSOE actúen ante el nacionalismo catalán con esa cobardía y servilismo, están contribuyendo a la supervivencia de ETA y a la situación de amenaza de sus compañeros del País Vasco. Es desalentador que PSOE y PP sean tan valientes en el País Vasco y tan ruines en Cataluña.