El padre, la madre y la hija son como la Santísima Trinidad, tres personas distintas pero solo un trinque verdadero.
Bonito lapsus freudiano. Si no está por encima de todo, es que no es tu madre.
Todo un razonamiento que compendia la filosofía tomista, a Spengler, a Kierkegaard, y no me olvido de los consabidos Sócrates, Platón y Aristóteles, la famosa delantera del Real Madrid de hace dos mil nosecuantos años... Me muero por averiguar dónde tiene la fábrica de gilipollas el más grande ellos, el tal Rodriguez.
Mis saludos a SITEL.
Y madre no hay más que una..., y además potente padre Pajín, patriarca del "clan de los pajines"...