Bueno, esperemos que el Sr. Olivier no sea tan zopenco como Cándido y le meta al asesino de la boina calada hasta los ojos una cadena perpetua sin posiblidad de redención y después: Aquí paz y después gloria.
Más dificil es hablar con asesinos.
pero os morís de ganas de hablar con el ZoPenco de aquí...
Le dijo la sarten al cazo...
Con los etarras solo hay un tratamiento adecuado. Encerrarlos y tirar la llave.