Menú

Diecinueve meses de convalecencia de un dictador

La enfermedad de Fidel Castro que le obligó, hace diecinueve meses, a delegar el poder dictatorial que ostenta desde hace décadas es un misterio. La falta de información oficial ha levantado rumores sobre su posible muerte desde julio de 2006. Fue hasta enero de 2007 cuando versiones periodísticas desvelaron que por problemas gastrointestinales fue intervenido quirúrgicamente. La intervención desembocó en graves complicaciones que le llevaron a estar postrado en grave estado. Durante meses, el dictador dependió de venas tomadas y catéteres para alimentarse.

La enfermedad de Fidel Castro que le obligó, hace diecinueve meses, a delegar el poder dictatorial que ostenta desde hace décadas es un misterio. La falta de información oficial ha levantado rumores sobre su posible muerte desde julio de 2006. Fue hasta enero de 2007 cuando versiones periodísticas desvelaron que por problemas gastrointestinales fue intervenido quirúrgicamente. La intervención desembocó en graves complicaciones que le llevaron a estar postrado en grave estado. Durante meses, el dictador dependió de venas tomadas y catéteres para alimentarse.
LD (Agencias) En los últimos diecinueve meses el dictador cubano Fidel Castro se ha visto obligado a separarse del poder por los múltiples males que le aquejan. La última vez que fue visto en público ante una tribuna fue el 26 de julio de 2006 en Bayamo y Holguín. Entonces cumplía con una de sus acostumbradas jornadas maratónicas de discurso con motivo del "Día de la rebeldía nacional". No volvió a aparecer más en el púlpito, ni lo hará ya como Comandante en Jefe de la Revolución, título que en Cuba está muy ligado al de jefe de Estado del régimen.
 
La tarde del 31 de julio, el jefe de despacho, Carlos Valenciaga, leyó la "Proclama al Pueblo de Cuba" donde anunciaba que transfería los poderes a su hermano Raúl por el deterioro de su salud. Los rumores sobre su muerte crecieron a pesar de que los altos funcionarios del régimen aseguraban que su jefe estaba bien. Un mes después, el 13 de agosto la dictadura difundió varias fotografías.
 
Sin embargo, la falta de información oficial sobre su enfermedad desató rumores, especulaciones y no pocas versiones de muerte. En enero de 2007, el diario español El País indicó que el propio Castro y su entorno optaron, entre varias opciones médicas, por una intervención quirúrgica que luego desembocó en complicaciones que le llevaron a estar postrado en estado grave. Poco después, el  jefe de cirugía del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, José Luis García Sabrido, reveló que Castro, a quien evaluó en La Habana, no padecía cáncer ni una "enfermedad maligna", y que se estaba recuperando.
 
En mayo pasado reveló que fue sometido a varias intervenciones quirúrgicas, que dependió durante meses de venas tomadas y catéteres para alimentarse, aunque ya entonces recibía por vía oral todo lo que requería su recuperación. Además, eliminó el apelativo de "secreto de estado" que él mismo había puesto a su dolencia en septiembre de 2006.
 
A lo largo de su convalecencia, el dictador ha contado con la ayuda de su aliado, el presidente venezolano Hugo Chávez que se convirtió en una especie de portavoz médico de Castro y durante meses la información sobre su salud se podía encontrar más fácilmente en Caracas que en La Habana. La demanda de información fue aplacada cuando se sacó de la manga sus artículos llamadas "Reflexiones". Desde ellos ha lanzado furibundos ataques contra EEUU y su presidente George Bush.
 
Castro sólo comenzó a hacer referencias a su futuro hace dos meses. El 18 de diciembre, indicó que su deber no era "aferrarse a cargos", sino "aportar experiencias e ideas", no sin dejar de agregar que había que ser consecuente hasta el final, una frase que rápidamente recordó a su celebre "los revolucionarios no se jubilan". Días después, confesó que "en un tiempo" había sido una persona aferrada al poder, pero que ya no lo era.

Temas

En Internacional

    0
    comentarios