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ZAPATERO LIDERÓ LA CARGA CONTRA LOS OBISPOS

De la Vega usa ahora un tono conciliador con la Iglesia tras los ataques del PSOE

Cooperación, diálogo constante y amistad. Un día después de que Rodríguez Zapatero volviera a descalificar a la Iglesia Católica y se riera de la multitudinaria concentración a favor de la Familia, De la Vega ha utilizado un tono conciliador al referirse a la Santa Sede con la que existen, dice, "relaciones de amistad y respeto mutuo".  Pese a ello, la vicepresidenta primera del Gobierno ha espetado que algunos obispos "faltaron a la verdad" al ejercer "su derecho de opinión" en sus discursos ante los cientos de miles de congregados. Una circunstancia que no merma que "el Gobierno respeta y respetará a la jerarquía eclesiástica".

Cooperación, diálogo constante y amistad. Un día después de que Rodríguez Zapatero volviera a descalificar a la Iglesia Católica y se riera de la multitudinaria concentración a favor de la Familia, De la Vega ha utilizado un tono conciliador al referirse a la Santa Sede con la que existen, dice, "relaciones de amistad y respeto mutuo".  Pese a ello, la vicepresidenta primera del Gobierno ha espetado que algunos obispos "faltaron a la verdad" al ejercer "su derecho de opinión" en sus discursos ante los cientos de miles de congregados. Una circunstancia que no merma que "el Gobierno respeta y respetará a la jerarquía eclesiástica".
(Libertad Digital) La vicepresidenta primera del Gobierno ha virado el discurso del Ejecutivo, marcado durante los últimos días por el ataque sistemático a la Iglesia Católica, usando un tono claramente conciliador. En declaraciones desde el Congreso de los Diputados, ha recalcado el importante papel de la Santa Sede en asuntos sociales y solidarios y ha destacado las "buenas relaciones" que, en su opinión, existen entre ambos.
 
"El Gobierno respeta y respetará a la jerarquía eclesiástica" ha dicho De la Vega a la par que ha recalcado el "diálogo constante y la colaboración" entre el Ejecutivo y la Iglesia. Pese a ello, ha afirmado que en la España actual no existen "privilegios ni discriminaciones".
 
No se desmarca de las críticas a la Santa Sede
 
Por ello, y pese al tono de sus primeras palabras, De la Vega ha acusado a la Iglesia de "falsear a la verdad" cuando algunos de sus dirigentes, en la histórica concentración a favor de la Familia, pidieron respeto por los valores católicos.
 
En este sentido,  ha adevertido que "la sociedad no está dispuesta a volver a los tiempos en que una única moral era impuesta a todos los españoles". "Esos tiempos quedaron atrás y no volverán por expreso deseo de la mayoría, una mayoría que no está dispuesta a retrasar las manecillas del reloj de la historia", espetó.
 
Advirtió ante los diputados de las diferentes formaciones políticas a los obispos de que cuando "las opiniones pretenden justificar o condicionar una norma o normas que rijan para todos por igual, primero, deben contar con el respaldo de la mayoría y, segundo, deben fundamentarse en la razón, una razón que haga abstracción de convicciones morales y religiosas y apele al juicio de todos y no a su fe". "Una razón que debe ser consistente con la igual dignidad de todas las personas profesen una religión u otra", insistió.
 
"Con respeto y con diálogo hemos trabajado de manera permanente con la Conferencia Episcopal" ha recalcado y ha puesto como ejemplo que el Ejecutivo socialista haya estado presente en los eventos más importantes del Vaticano o el pacto de autofinanciación alcanzado.
 
Sesión extraordinaria
 
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha ofrecido una comparecencia en sesión extraordinaria en el Congreso para explicar las relaciones Iglesia-Estado después de las críticas y los ataques que está recibiendo la Iglesia tras el acto en defensa de la familia celebrado el domingo 30 de diciembre en Madrid.

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