(Libertad Digital) Aunque Mariano Rajoy no desvelará el equipo que le acompañará en su candidatura hasta doce horas antes de que sea votada en el Congreso de Valencia, ya se empieza a vislumbrar el nuevo equipo dirigente del que quiere rodearse el presidente del partido. Sobre todo por las ausencias.
Los dos principales dirigentes que acompañaron a Rajoy en los últimos cuatro años se han desmarcado de esta nueva etapa. A la ya anunciada marcha del que fuera portavoz parlamentario Eduardo Zaplana, que ha renunciado incluso a su escaño, se suma este lunes la confirmación pública de lo que era un secreto a voces: El secretario general, Ángel Acebes le ha dicho a Rajoy que después de el Congreso él tampoco sigue. "Le he dicho que no cuente conmigo para la nueva etapa", explicó Acebes.
Parece un guión escrito por el ex presidente del PP de Cataluña, Josep Piqué, que aireó públicamente su animadversión con estos dirigentes de quienes dijo en julio del año 2005 que "se les identifica con determinada una etapa muy concreta del pasado". En una alusión velada al 11-M. No fue el único episodio de enfrentamiento, especialmente con Acebes, lo que le valió a Piqué ganarse la simpatía de los medios de comunicación afines al PSOE, en los que desde entonces aparece junto a Gallardón como representante de lo que llaman sector moderado o centrista del PP. Los mismos medios que ahora defienden a Rajoy, aplauden el nombramiento de Soraya Sáenz de Santamaría y vitorean la marcha de Acebes y Zaplana. Y no sólo las ausencias nos hace pensar que este nuevo PP es muy del gusto de Piqué, que apostó públicamente por Soraya y Ayllón es un hombre de su confianza .
En esas declaraciones Piqué, que también era miembro del Gobierno durante el 11-M, atribuía a sus compañeros la mala imagen del PP tras los atentados, pedía "abrir una nueva etapa" y, aunque Zaplana y Acebes "deben seguir haciendo su trabajo, otra cosa es que los mensajes hacia la sociedad y la concreción del proyecto político se tenga que hacer mediante un abanico más amplio". Ese mismo día, Acebes respondía a Piqué y le advertía:: "Que nadie nos pida que contribuyamos a una estrategia del PSOE que intenta abrir división en el PP".
También Rajoy tenía que llamar al orden al entonces líder del partido en Cataluña. En un comunicado respondía "a las sorprendentes y equivocadas declaraciones de Josep Piqué", dejando claro que Acebes y Zaplana "tienen toda mi confianza y la del partido" y que en el PP "no caben personalismos".
Piqué sólo tardó un día en pedir "perdón". "A la vista de las reacciones es evidente que me equivoqué. Pido perdón por ello", decía Piqué, aunque insistía en la necesidad de "ampliar" los mensajes y daba nombres entre los que destacaban Elorriaga y Soraya.
En enero de 2006, con el Estatuto de Cataluña de fondo llegó un nuevo choque de Piqué con Ángel Acebes. El ex presidente del PP catalán estaba dispuesto a apoyar el acuerdo al que llegaron Zapatero y Artur Mas. Sin embargo, Acebes dejaba clara la postura del partido y lo tachaba de "pacto clandestino" del que no se podía ser "cómplice". La rabieta de Piqué le llevó a amagar la dimisión el mismo día que Rajoy anunciaba la recogida de firmas por toda España contra el Estatuto de Cataluña. Tras tres horas de reunión en las que Rajoy le expresaba su "comprensión" por su ambigua postura en torno al Estatuto de Cataluña, el presidente del PP le convencía para que no dejase el cargo.
Después de este amago, Piqué dejaba definitivamente el cargo en julio de 2007. De nuevo, entendía que su autoridad era menoscabada desde la secretaría general del partido. El detonante fue la renovación en el PP catalán, hundido por la pésima gestión del moderado Piqué, que impulsó Acebes situando al frente de los comités de campaña electoral a personas muy alejadas de la línea política de cesión ante el nacionalismo.
Piqué filtró a la prensa una carta de despedida para Rajoy, cargada de acusaciones, insinuaciones y hasta insultos. Entre otras cosas dice que "no faltan mezquindades y miserias" y apunta directamente contra Ángel Acebes: "En otro momento, y en circunstancias distintas, ya te ofrecí mi puesto ante la clara desautorización a la que me había sometido la Dirección a través del Secretario General".
La tormenta que se ha desatado en el PP tuvo este lunes una nueva voz, la de Mayor Oreja, que en "La Mirada Crítica" de Telecinco, ha pedido a sus compañeros "diagnosticar conjuntamente" el problema y ha pedido no arrasar con los veteranos del partido, claves para solucionar la actual crisis del PP.