Las reformas legales para luchar más eficazmente contra el terrorismo (un terrorismo que adquiere nuevas formas y presiona a la ciudadanía cada día en más ámbitos personales y sociales) encontrarán, sin duda, el consenso necesario para que su respaldo parlamentario sea muy amplio. Se trata, en definitiva, de defender adecuadamente el Estado de Derecho sin acudir a la excepcionalidad o a la arbitrariedad.
La reacción del Gobierno, y la actitud de colaboración del PSOE, tienen, además, otra virtualidad. Desgraciadamente para el PNV, aunque por su estricta responsabilidad, el debate entre los nacionalistas y los no nacionalistas ya no es algo que afecte a la organización del Estado. La deriva del nacionalismo vasco ha llevado a que la verdadera batalla política sea la defensa de los derechos y las libertades individuales. El PNV, como demuestran las declaraciones de sus dirigentes, la actuación de la Policía Autónoma el viernes pasado y las declaraciones de ayer del portavoz del Gobierno vasco, los supedita vergonzosamente a sus conquistas partidarias, a la templanza ante los enemigos de la democracia que ha convertido en compañeros de viaje.
El lema elegido para la manifestación del próximo sábado -"Por lo que nos une: la Constitución y el Estatuto"- se agranda tras los acontecimientos de los últimos días. El pacto constitucional y estatutario nos une porque han sido las verdaderas decisiones democráticas de los vascos, las que el nacionalismo quiere conculcar fuera de las urnas. Y, al mismo tiempo, son los referentes del Estado de Derecho, el que defiende a los vascos de las agresiones terroristas e "institucionales".
La paradoja es que los nacionalistas vascos han convertido a España -a lo que España significa como proyecto democrático- en la garantía de los derechos de los ciudadanos vascos. De esos mismos a los que el soberanismo explica cínicamente que su interpretación de las leyes no incluye razón moral alguna.

¡Basta ya!
En Portada
Servicios
- Radarbot
- Curso
- Inversión
- Securitas
- Buena Vida
- Reloj Durcal