El día que Mario Conde fue condenado por el caso Argentia, Javier de la Rosa quizá sacó una conclusión: no se puede acusar gratuitamente a nadie si no tienes las espaldas bien cubiertas. Conde no lo tuvo en cuenta, promovió el caso Argentia, intentó acusar a sus compañeros... y al final sólo él recibió una sentencia condenatoria.
Aquellos cuatro años de cárcel impuestos al entonces banquero pudieron abrir los ojos de Javier de la Rosa. Sus eternas amenazas con tirar de la manta todavía no se han plasmado en una declaración judicial. El financiero, en su comparecencia ante la juez Teresa Palacios este miércoles, ha dejado claros dos mensajes: que la venta de ERTOIL fue absolutamente trasparente y que Piqué no tuvo ninguna responsabilidad en aquella operación. Eso sí, De la Rosa no sería De la Rosa si se hubiera marchado de la Audiencia Nacional de esa manera. Por eso, ante los periodistas, ha llamado a Piqué “comisionista desagradecido”; pero eso lo ha dicho fuera del juzgado. Dentro del despacho de la juez no podía coquetear con declaraciones como ésta, porque se enfrenta a un delito contra la Hacienda Pública y uno de apropiación indebida.
Lo dicho: con la Justicia no se juega si no se tienen las espaldas cubiertas.
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