Ciudad de México.Una de las grandes contradicciones de los dos últimos gobiernos mexicanos es que por un lado realizaron grandes esfuerzos para abrir el país a la competencia mediante tratados de libre comercio y, por otro, no lograron generar las condiciones económicas internas para que la mayoría de las empresas aprovechara y compitiera en igualdad de circunstancias en los mercados globalizados.
Aunque el balance del Tratado de Libre Comercio, medido en exportaciones e importaciones de Estados Unidos y Canadá, es positivo, ha creado dos sectores económicos con claras diferencias. Uno, el de las empresas maquiladoras, que son las responsables de cerca del 50% de las exportaciones totales. Esas maquiladoras, aunque han generado empleos y actividad económica, debido a la falta de competitividad de las pequeñas y medianas empresas mexicanas, no han podido conectarse a la economía nacional. El porcentaje de insumos que importan rebasa el 95%, debido a que las empresas mexicanas no tienen capacidad, calidad, continuidad o precios competitivos, para sustituir a sus proveedores extranjeros.
Las principales causas de la falta de competitividad de las empresas mexicanas son los elevados costos financieros, las altas cuotas de seguridad social, las múltiples reglamentaciones e impuestos más altos que los que pagan sus competidores. Las empresas competitivas en México son muy pocas. Se calcula que poco más de 600 empresas son responsables de cerca del 80% de las exportaciones no petroleras. Y aunque las exportaciones totales siguen creciendo, no reflejan la realidad de la mayoría de las empresas mexicanas.
En el "Reporte de Competitividad Global 2000", del World Economic Forum, con sede en Davos, Suiza, México ocupó uno de los peores lugares. En cuanto a competitividad cayó del lugar 34 en 1999 al 42 en el 2000; es decir, perdió competitividad vis-a-vis los demás países analizados. En cuanto a corrupción también estuvo entre los peores, de 59 países analizados, ocupó el lugar 52. Obtuvo el mismo sitio en cuanto a acceso a créditos y el puesto 57 (penúltimo) en seguridad.
A diferencia de lo que dicen muchos funcionarios y políticos, el actual gobierno hereda una economía poco competitiva en el ámbito internacional. Las cifras mostrando mayores exportaciones son resultado de las maquiladoras y de un limitado número de empresas, pero la mayoría de las empresas mexicanas son cada día menos competitivas a nivel mundial debido a los altos costos que genera la manutención del gobierno, el entorno inflacionario y de altos intereses, de lo que se pueden defender sólo las grandes corporaciones internacionales que se financian, compran y venden en dólares en el mercado internacional.
© AIPE
www.aipenet.com
Luis Pazos es Director del Centro de Investigaciones sobre la Libre Empresa.
Aunque el balance del Tratado de Libre Comercio, medido en exportaciones e importaciones de Estados Unidos y Canadá, es positivo, ha creado dos sectores económicos con claras diferencias. Uno, el de las empresas maquiladoras, que son las responsables de cerca del 50% de las exportaciones totales. Esas maquiladoras, aunque han generado empleos y actividad económica, debido a la falta de competitividad de las pequeñas y medianas empresas mexicanas, no han podido conectarse a la economía nacional. El porcentaje de insumos que importan rebasa el 95%, debido a que las empresas mexicanas no tienen capacidad, calidad, continuidad o precios competitivos, para sustituir a sus proveedores extranjeros.
Las principales causas de la falta de competitividad de las empresas mexicanas son los elevados costos financieros, las altas cuotas de seguridad social, las múltiples reglamentaciones e impuestos más altos que los que pagan sus competidores. Las empresas competitivas en México son muy pocas. Se calcula que poco más de 600 empresas son responsables de cerca del 80% de las exportaciones no petroleras. Y aunque las exportaciones totales siguen creciendo, no reflejan la realidad de la mayoría de las empresas mexicanas.
En el "Reporte de Competitividad Global 2000", del World Economic Forum, con sede en Davos, Suiza, México ocupó uno de los peores lugares. En cuanto a competitividad cayó del lugar 34 en 1999 al 42 en el 2000; es decir, perdió competitividad vis-a-vis los demás países analizados. En cuanto a corrupción también estuvo entre los peores, de 59 países analizados, ocupó el lugar 52. Obtuvo el mismo sitio en cuanto a acceso a créditos y el puesto 57 (penúltimo) en seguridad.
A diferencia de lo que dicen muchos funcionarios y políticos, el actual gobierno hereda una economía poco competitiva en el ámbito internacional. Las cifras mostrando mayores exportaciones son resultado de las maquiladoras y de un limitado número de empresas, pero la mayoría de las empresas mexicanas son cada día menos competitivas a nivel mundial debido a los altos costos que genera la manutención del gobierno, el entorno inflacionario y de altos intereses, de lo que se pueden defender sólo las grandes corporaciones internacionales que se financian, compran y venden en dólares en el mercado internacional.
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Luis Pazos es Director del Centro de Investigaciones sobre la Libre Empresa.