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Juan Manuel Rodríguez

Gol regañao

Como en el "calendario blatteriano" no hay más que fechas libres para jugar al fútbol -ahí tenemos el ejemplo del Real Madrid que, según dicen, habría tirado por la borda la Copa del Rey para tener libre el camino hacia la Liga-, se ha convertido ya en una tradición navideña más que, por estas fechas, nuestras selecciones autonómicas participen en "bolos" para evitar que se enfríen los músculos entre el turrón de praliné y los "polvorones de Doña Petra". Uno tiene a veces la impresión de que los directivos y políticos españoles utilizan el sistema Olendorff de comunicación (ya saben, ese por el que tú le dices a alguien que luce un sol espléndido, y él te responde que adora los tortellini). De no ser así, simplemente no tendría explicación; y por ejemplo sí cobraría cierta lógica el hecho de que CIU siga exigiendo que se pida perdón en el Congreso por los ¿ataques? sufridos por el catalán en la final de la Copa Davis.

El viernes se jugó un apasionante Cataluña, 5 - Lituania, 0; un folclórico Andalucia, 2 - Marruecos, 0, y un kafkiano Cantabria, 0 - Estonia, 1. Para próximas fechas ya nos han preparado otro par de actuaciones (agárrense que vienen curvas): ¡Asturias contra Macedonia, y Euskadi frente a Marruecos!... Esta situación me recuerda al "gol regañao" que jugábamos en el patio del colegio, un "todos contra todos" en el que quien pillaba el balón no lo soltaba y que acababa desvariando hasta tal punto que el dueño del balón terminaba por llevárselo a su casa.

¿Y por qué no un partido entre las selecciones nacionales de Navacerrada y Fez?... ¿O un encuentro olímpico, con su medallero y todo, que enfrentara a los barrios de Orcasitas y Salamanca?... ¿Y por calles?... ¿Qué me dicen de un fraternal Hermanos García Noblejas-Hermanos Bécquer? ¿O ese pinturero Velázquez-Goya? (perdonen que hable de Madrid). Lo que sucede es que en este remolino nos haría falta la figura del dueño del balón; tendría que haber alguien que lo "pinchara", como dicen en Argentina, para ponerse a reflexionar. Luego habrá quien pretenda que la selección española dé ese saltito de calidad para instalarse entre las más grandes del mundo. Querremos ver espectáculo cada martes-miércoles-sábado-domingo, y nos molestará que los futbolistas caigan lesionados. Por cierto: ¿alguien se ha parado a preguntar a los profesionales implicados si quieren participar en esos partidos? Yo creo que si hicieran una encuesta, la respuesta mayoritaria sería la de "no sabe, no contesta".

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