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Ignacio Villa

Jeroglíficos Ibarretxe

¡Qué pena da todo esto! ¡Cómo se utiliza la democracia en beneficio partidista! El anuncio realizado por Juan José Ibarretxe sobre la segura convocatoria electoral en el País Vasco durante el año 2001 es, desde luego, un alivio. Da, por lo menos, un mínimo de seguridad de que el desvarío de su gobierno va a tener una fecha de caducidad. Es una situación llevada al extremo, en un juego más propio de jeroglífico que de un político responsable. Sabemos ahora que Ibarretxe tiene ya tres meses, a escoger, para la cita electoral: mayo, junio o septiembre.

¿Va en broma o en serio? ¿A qué estamos jugando? ¿De qué o de quién depende la elección de la fecha? En fin, no hay duda, esto es un esperpento. Un esperpento del que sólo salen perdiendo los ciudadanos vascos. Ibarretxe primero los convoca, luego amaga, ahora dice que sí, pero que no ha elegido el mes. Jugando, jugando, ETA sigue matando y el miedo sigue implantado en las calles del País Vasco.

Desde luego este lehendakari no pasará a la historia del País Vasco por su brillantez y sagacidad electoral. Ahora, a esperar, a ver si el Pacto PP-PSOE se debilita, las encuestas favorecen al PNV, mientras algunos ingenuos siguen intentado acercarse al mundo etarra. En definitiva, esperar el mejor momento político en provecho propio, no en beneficio de los ciudadanos.

Mal ejemplo político, mal ejemplo social.