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Ignacio Villa

Por el bien de todos ¡la mili se acabó!

Con el final de la “mili” se acaba una época de la historia reciente de España. Se cierra un capítulo que ha marcado la vida de muchos españoles, que sabían que obligatoriamente tendrían que pasar parte de su vida entre las cuatro paredes de un cuartel. No era suficiente terminar la Universidad o la Formación Profesional, ni tampoco lo era tener un trabajo estable. Para ser algo en la vida, había que tener la “blanca” sellada; durante décadas, esto fue un símbolo de estar preparado para ser un “hombre de provecho”.

La “mili” ha formado parte inexcusable de las familias españolas, ha sido un capítulo ¿inolvidable? en la vida de centenares de generaciones; también ha sido motivo de tertulias y sobremesas, recordando entre el amargor y la carcajada las “batallitas” de una guerra inexistente. Ha sido –no nos engañemos– una pérdida de tiempo, en muchos casos irrecuperable, para muchos jóvenes.

El primer aterrizaje en un cuartel para hacer el Servicio Militar significaba un impacto para todos. Era una etapa de servicio de cocinas, imaginarias, guardias, revistas para salir de paseo y gritos furibundos de oficiales y suboficiales, que en muchas ocasiones rayaban con el insulto; pero, es que en la “mili” todo valía.

Todavía recuerdo de forma imborrable una imagen y un grito. Yo estaba formado bajo un sol de justicia en el Centro de Instrucción de Colmenar Viejo, junto a centenares de soldados del IMEC (Milicias Universitarias), y escuchando a un teniente gritando desgañitado: ¡Ustedes son voluntarios, no se olviden de eso! Curiosa manera de entender el voluntariado.

Una fotografía y un recuerdo que, por el bien de todos, ya es parte de la historia. El Gobierno ha vuelto a anunciar este viernes el fin del Servicio Militar obligatorio. No es la primera vez que lo hace, pero parece que en esta ocasión va en serio.

Con el anuncio del ministro Federico Trillo termina una época, para bien de todos. "Señoras y señores, se acabó la mili", dijo Trillo para sellarlo solemnemente.

Estamos de enhorabuena.

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