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Es interesante la primera medida política tomada por Rajoy desde que se hizo cargo del Ministerio del Interior, al margen de sus comparecencias a propósito de la lucha antiterrorista que pueden considerarse de continuidad con la etapa anterior. Rajoy ha dado por concluida la peregrina solución encontrada por Fernández Miranda para los ilegales ecuatorianos, ese viaje de ida y vuelta a su país para arreglar los papeles que, aunque buscara la ejemplaridad, resultaba ridículo en términos de imagen y además era carísimo. Pero no hay que olvidar que fue el ministro de entonces y el Gobierno en pleno el que respaldó esa idea. Ahora Rajoy ha dado una primera prueba de autoridad y ha empezado a marcar diferencias con lo anterior, como todo político que se precie.

Pero así como los cambios que pudiera hacer Rajoy en política antiterrorista serían temibles, en materia de inmigración se encuentra ante un territorio virgen, porque Mayor no se ha distinguido por sus iniciativas en ese campo. Al margen de la debilidad parlamentaria en la legislatura anterior y de la inestabilidad en el cargo a la espera de las elecciones vascas, Mayor Oreja no ha dado la sensación de tener una idea, no digamos ya una política clara, con respecto a la inmigración. Y lo que necesita España es precisamente eso: una política. Algo que venimos planteando desde hace tiempo, pero que sigue sin entrar en el magín de nuestros políticos: traer inmigrantes de Iberoamérica, en vez de tratar de regular infructuosamente la riada africana.

La inmigración es un vastísimo territorio por explorar, en lo legal, lo material y lo político. Y donde Rajoy podría hacer una tarea extraordinaria. El problema de fondo y más por su peculiar y compleja personalidad, es que tenga ganas de hacerlo. Una vez llegado a ese ministerio, que no es precisamente una hamaca, podría hacer el esfuerzo completo y buscar su espacio político personal. En ese caso, Fernández Miranda puede irse buscando otro trabajo, porque le queda poco tiempo en éste. Y como sólo movilizando a nuestras embajadas iberoamericanas podría encauzarse la inmigración legal y masiva, hasta es posible que Piqué vuelva a salir en los telediarios.

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