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Maite Cunchillos

Estrategia fallida de Iruin

Rosario Picabea ha comparecido este jueves en la Audiencia Nacional de forma voluntaria. Lo ha hecho acompañado por uno de los mejores abogados de ETA, Iñigo Iruin. Un magistrado del Supremo ya fallecido calificaba a este letrado como “la inteligencia puesta al servicio del mal”. Iruin ha arriesgado en su estrategia y le ha salido mal. Quizás no ha tenido en cuenta que su cliente comparecía ante Guillermo Ruiz Polanco, uno de los jueces más imprevisibles de la Audiencia Nacional.

Picabea ha llegado a la Audiencia Nacional con un punto muy importante a su favor: ya ha cumplido cinco años de cárcel en Francia por asociación de malhechores. Por esta razón, su abogado confiaba en que el juez no le imputara el delito de pertenencia a banda armada, ya que son delitos equivalentes y ninguna persona puede ser juzgada dos veces por los mismo hechos.

La sorpresa para Picabea ha surgido después de su declaración judicial, cuando el fiscal ha pedido su prisión no por pertenecer a ETA sino por un delito genérico de terrorismo. De esta manera, el juez Ruiz Polanco se ha encontrado con el camino libre para enviar a la cárcel a quien, según el magistrado, fue responsable del aparato de “mugas” (fronteras) de ETA desde el año 88 hasta el 92.

Ahora, el juzgado de Ruiz Polanco tendrá que demostrar que a Picabea se le encarcela por hechos diferentes de los que ya cumplió condena en Francia. Mientras tanto, este hombre que conocía las fronteras de Francia como la palma de su mano, permanecerá un tiempo en prisión. Alguien, además, tendrá que sustituirle en su puesto de auxiliar del Ayuntamiento de Hernani, gobernado –cómo no– por EH.

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