Educación y sentido común

Entre los enlaces que la web del ministerio de Educación ofrece a los visitantes, se encuentra la categoría “Salud”, donde está el acceso a Buscamed, un potente buscador sobre temas de salud, en el que me llamó la atención el subsiguiente enlace a medicina tradicional, desde el que pude navegar sin dificultad hasta el Instituto Ayurvédico y de Estudios Védicos, el cual contiene un apartado denominado “Hinduismo”. Desde allí, entrando por “Herbolario”, se accede a una página donde se puede consultar una larga lista de remedios naturales para distintas dolencias, entre ellas, la fatiga, para la que se recomienda el uso de una planta denominada Ashwagandha.

Ustedes comprenderán que a estas alturas de la navegación yo me sentía algo fatigado, por lo que decidí informarme algo más acerca de la Ashwagandha, motivo por el que me dirigí hacia a una curiosa institución denominada Nueva Era. Allí elegí el seductor tema Aumente su Capacidad de Pensamiento Creativo, que conduce a una página presidida por un logo que representa un cerebro humano y que tiene la amabilidad, entre otras funciones, de introducirnos en una subpágina titulada “Enlaces inusuales” desde la que se puede llegar hasta aprendizaje subliminal, donde, en definitiva, se dice que puedes estudiar cualquier materia sin el menor esfuerzo, gracias a unas cintas de casette.

Parte de las pruebas que se hicieron para demostrar la eficiencia del sistema fueron realizadas en prisiones norteamericanas, lo que parece razonable, ya que el aprendizaje de lo que sea es asunto harto peligroso, y resulta lógico que los experimentos se lleven a cabo con penados, pues si el aumento de la cultura y conocimientos de los reos produce algún tipo de daño, es conveniente que se establezcan prudentes barreras a fin de impedir que los ciudadanos decentes se puedan ver afectados por la instrucción.

Desde luego, no creo que el Ministerio sea responsable de semejante disparate, pero lo que podemos aprender de todo esto es que Internet es la herramienta más caótica que nadie se pudiese haber imaginado cinco años atrás, y que solamente podremos estar a salvo de ese universo estocástico gracias al sentido común de cada uno de los usuarios de la Red.

De modo que ahora tendrán que hacer pruebas de sentido común con los presidiarios. Ver para creer.

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