La historia del cómic está llena de series excelentes, tebeos de gran calidad que han inspirado a miles de lectores en todo el mundo a hacer el bien o, como poco, seguir leyendo cómics. La historia del cómic también está plagada de series desastrosas, tebeos de calidad pésima cuyo destino está en la papelera, cuando no en el fuego. Por desgracia, últimamente hay bastantes de este tipo, y desde aquí creemos necesario mandar una advertencia a posibles lectores para que se mantengan alejados de las series que se listan a continuación:
Thor: muy posiblemente una de las peores series del panorama comiquero actual. Estudiosos del mercado de todo el mundo llevan años preguntándose cómo es posible que esta serie siga en circulación. Su guionista, Dan Jurgens, desmitifica con aterradora facilidad todos los elementos que dieron al Dios del Trueno su gloria en los 80: sus secundarios (quién los ha visto y quién los ve), su protagonista, sus historias... todo destrozado. Sólo los estupendos dibujos de John Romita Jr. (números 1 al 25) y Andy Kubert (del 25 en adelante) pueden atraer a alguien a esta colección.
Danger Girl: ya no se publica, pero merece ser recordado. El dibujante J. Scott Campbell debería servir de modelo para todos aquellos que se embarquen en la creación de una serie sin estar seguros de que van a tener tiempo para continuarla. En nuestro país se publicaron ocho números... en unos dos años y medio. Si tenemos en cuenta que se suponía que la serie en principio iba a ser mensual, y que el último número sólo contaba con bocetos e historias cortas realizadas por otros artistas, nos da que Mr. Campbell dibuja... ¡a viñeta por semana! Mucho ojo con futuros relanzamientos de esta serie (que los habrá), aunque el creador prometa regularidad en las entregas... Campbell seguirá siendo Campbell, independientemente de que eso le cueste un nuevo fracaso.
Pantera Negra: la única serie protagonizada por un héroe negro de toda Marvel. También es la serie que menos vende, la que menos interesa, y la que ninguna compañía en su sano juicio exporta a otros países (en España no duró ni veinte números). El porqué de la continuada existencia de esta colección reside en la gran amistad que une a su guionista (Christopher Priest) y con el jefe de Marvel (Joe Quesada).
Cualquiera que escriba o dibuje Rob Liefeld: porque es Liefeld. Y, por muy malos que seamos, por mucho pecados que cometamos, no nos merecemos a Liefeld.
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