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Fe de errores

La decisión del Ministerio de Ciencia y Tecnología de rebajar en 4.200 millones de euros los avales para las operadoras de UMTS, para dejarlos en 1.310 millones son un salvavidas para Amena y Xfera, incapaces hasta ahora de cumplir con sus compromisos de inversión por problemas financieros. Son estas dos compañías las grandes beneficiadas por el anuncio realizado por Josep Piqué ya que mientras Telefónica y Vodafone han cumplido en un porcentaje muy elevado su plan de inversiones y, por tanto, hay que devolverles los avales correspondientes, Amena apenas los ha iniciado y Xfera, directamente, los ha congelado.

Al reducir los avales, tanto Amena como Xfera cuentan con una capacidad financiera para abordar las inversiones pendientes de la que antes carecían. Y es que la exigencia de unos avales multimillonarios, al final, ha ido en detrimento del desarrollo del sector. Los grandes, como Telefónica o Vodafone, han podido afrontar los compromisos adquiridos, con más o menos dificultades, pero los han ejecutado porque cuentan con una potencia financiera que se lo ha permitido. Pero este no es el caso de las empresas jóvenes, como Amena o Xfera, a las que ha perjudicado la decisión tomada en su momento por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de exigirles avales multimillonarios pensando que todas las operadoras de UMTS se iban a forrar con un negocio que, de momento, todavía no ha empezado.

Hoy, Ciencia y Tecnología ha tenido que dar marcha atrás, o, mejor dicho, Piqué ha tenido que enmendar la plana a su discípula Anna Birulés, ante la constatación de que las empresas no invierten porque no pueden. Esto crea un problema a todo el sector de telefonía en su conjunto, ya que el desarrollo del móvil, que pasa por la tecnología UMTS, es la competencia a la telefonía fija, en donde es más difícil que surjan de forma natural competidores de peso de Telefónica. Piqué no quiere que eso suceda con el móvil, especialmente con el UMTS por lo que está arbitrando todas las medidas en su mano para impedirlo, entre ellas las rebajas de los avales o permitir que los operadores de UMTS puedan compartir red.

Todo esto está muy bien si, efectivamente, el resultado final es un aumento de la competencia en el sector que redunde en un servicio de mayor calidad con precios menores. La cuestión es hasta qué punto prima esta consideración en la decisión de Piqué y hasta qué punto lo que importa es salvar como sea a empresas con problemas.

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