Metáforas del disimulo
Es evidente que España es la tierra del disimulo y la apariencia. Son innúmeras las expresiones populares que se refieren al arte de fingir, de ocultar los sentimientos. Recuerdo algunas: llamarse andana, poner cara de póquer, con la que está cayendo, mirar para otro lado, tener mucha cara o un morro que se lo pisa. El pícaro es una figura literaria muy popular, pero también es un personaje común, que nos rodea por todas partes. El pícaro es el que sabe fingir como nadie, el que engaña y malicia con personal aprovechamiento. El lenguaje sirve admirablemente a esos propósitos, pues con las palabras se puede mentir sin medida. No hay por qué faltar a la verdad de modo expreso. A veces basta con tirar la piedra y esconder la mano o hacerse el sueco. Claro que el arte de fingir es difícil. No pocas veces lo que se consigue es lo que dicen en Andalucía: el disimulo de Antequera, la cabeza tapada y el culo fuera.
Lo más popular
-
Pasmo en la prensa internacional ante un "teatro bochornoso impropio de un presidente" -
Pedro Sánchez no dimite y amenaza con "una limpieza" -
Alerta máxima en el Poder Judicial tras la amenaza de Pedro Sánchez: "Nos va a barrer" -
Hacienda debe inspeccionar la millonaria acumulación de patrimonio del hermano de Sánchez al superar sus ingresos conocidos -
El miedo de Sánchez: la ley pide a Begoña Gómez identificar al cargo público con el que habría hecho tráfico de influencias
Ver los comentarios Ocultar los comentarios