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Ignacio Villa

¡De aurora boreal!

Ver para creer. Lo que ha ocurrido en la constitución de la mesa de la Asamblea de Madrid es de una gran trascendencia en la política autonómica, además de tener muchas e inevitables repercusiones en la política nacional. La elección de Concepción Dancausa como nueva presidenta de la Asamblea madrileña dinamita por los aires el tan cacareado "laboratorio" político de Zapatero pensando en el año 2004. Lo ocurrido en la Asamblea evidencia muchas cosas: los grandes problemas internos de la Federación Socialista madrleña, la jaula de grillos en que se puede convertir la coalición PSOE-IU en la Comunidad de Madrid y la falta de autoridad de Rodríguez Zapatero en el funcionamiento interno de su partido. Después de lo vivido en Madrid parece que entre los socialistas se ha convertido en una regla de oro: "quién gana se desmarca de la línea oficial".

El auténtico bombazo de Madrid además se puede convertir en una elección inevitable de Esperanza Aguirre como presidente de la Comunidad. Ahora cualquier medida que tome el PSOE puede ser contrapoducente: los dos diputados "ausentes" pueden pasar por iniciativa propia al grupo mixto o pueden ser expulsados del grupo socialista por lo que también pasarían al grupo mixto. En esta dos posibilidades, el PSOE perdería la investidura de Simancas con que simplemente se abstuvieran. La única salida "llevadera" para el PSOE es que pactaran con los dos diputados rebeldes su renuncia a cambio de un buen acomodo. Pero lo cierto es que con cualquier posibilidad de las citadas es un auténtico papelón para el "triunfante" Simancas, que ya se ha llevado el primer susto en el primer minuto de la legislatura.

En todo caso, como era previsible, Madrid deja de ser el referente para Zapatero. Madrid, como estaba cantado, se convierte en un problema para el Partido Socialista. Un problema de imagen, de disciplina, de estabilidad y de unidad. Madrid se convierte en una auténtica bomba de relojería para Zapatero. Es evidente, visto lo visto, que desde la calle Ferraz se ha vendido la piel del oso antes de cazarlo. Madrid ha comenzado a ser un obstáculo para la carrera electoral del secretario general del PSOE. Zapatero tiene un nuevo problema que sumar a los conocidos de Maragall y Elorza, sin olvidarnos de los desmarques públicos de Bono y del propio Simancas de la línea oficial. Madrid deja de ser un "piso piloto" para las políticas del PSOE. Madrid, desde ahora, es una historia de "aurora boreal".

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