Marc Roger, el representante del mediofondista francés Claude Makelele, no piensa que el dinero no haga la felicidad. Para ser exactos, lo que él sostiene es que el dinero hace la felicidad del futbolista del Real Madrid y, de paso y como quien no quiere la cosa, también la suya que no sufre ni de largo el desgaste del jugador. ¿Cuál es el problema?... Pues que el Chelsea ofrece diez millones de euros, una novena parte de la cláusula de rescisión de contrato que el jugador (mayor de edad) firmó en su día con el club madrileño. El puntito de chantaje viene cuando Roger afirma que Makelele no podrá jugar bien si no es feliz. ¿Y cómo es él feliz?... Muy sencillo: cobrando mucho más dinero. El representante va más allá todavía y explica que Makelele no puede jugar junto a David Beckham que cobra cinco veces más. Otra vez el dinero. A lo mejor tienen que prescindir de él no por "motivos estéticos" sino por motivos económicos. Un equipo de guapos y ricos, ¿qué más se puede pedir?
La cuestión esencial es la siguiente: ¿podría pasar este Real Madrid sin la presencia sobre el campo de Claude Makelele? Y la respuesta, yo creo que está muy clara: sí. Otra cosa es que Jorge Valdano (a quien han metido en otro lío inesperado sin comerlo ni beberlo) deba aceptar el chantaje del representante del jugador. Yo creo que lo verdaderamente complicado es contratar y juntar en el mismo equipo a futbolistas como Zidane, Figo, Ronaldo, Raúl, Beckham o Roberto Carlos. Si ahora resulta que, como dice Queiroz, el Ferrari no tiene ruedas porque no encuentra otro defensa central, y el trabajo de Makelele –un "obrero" del fútbol– es insustituible, apaga y vámonos.
Los futbolistas profesionales son unos cachondos mentales. Y sus representantes ya ni les cuento. ¿Así que Makelele no puede jugar al lado de otro futbolista que cobra cinco veces lo que él? ¿Así que Makelele no será feliz si no le suben el sueldo y por lo tanto su rendimiento no será el mismo? Lo que yo me pregunto es por qué el representante de Albert Celades –que lleva tres años sin "rascar bola"– no va al despacho de Valdano para decirle que le rebaje el sueldo. Celades firmó su contrato, y Makelele el suyo. Si ahora Valdano cede (o lo que es lo mismo, si lo hace Florentino Pérez) que se vayan preparando para recibir visitas en el despacho. Y si el Chelsea le quiere realmente, que pague lo que cuesta el jugador. Así todos serán felices: Makelele, Roger y el Real Madrid. Y las perdices por fin estarán un poquito más repartidas ¿no?
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