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Carmen Leal

Los itinerarios de la Ley de Calidad

Ante el evidente fracaso de la LOGSE , se hacían imprescindibles y urgentes algunas modificaciones. Al gobierno del PP le tocó en suerte realizar esas modificaciones.  Después de numerosas consultas a profesores de aula, estudios en profundidad, hechos por personal bien cualificado, y comparaciones con los sistemas educativos de países de nuestro entorno, se diseñó una ley Ley de Calidad de la Enseñanza, que, sin derogar totalmente la anterior, corrige algunos, no todos, los errores que, en la práctica, se han derivado de la ley anterior.
 
A medida que el individuo crece, las diferenciaciones de unos a otros , incluso de uno a otro,  se hacen mas patentes. Todos los bebés nos parecen iguales, y a medida que crecen aparecen sus rasgos distintivos. En el desarrollo intelectual pasa lo mismo Hay alumnos con distintas capacidades, con distinto ritmo de aprendizaje, con diferentes habilidades. La Ley de Calidad, entre otras cosas, ha pretendido diversificar en “itinerarios”esas distintas capacidades, para que se puedan impartir unas clases con más eficacia al tener alumnos más homogéneos. La diversificación, en absoluto, pretende ser una “segregación” del alumnado, sino una diversificación por motivos puramente pedagógicos. Algo que está contemplado en  todos los sistemas educativos europeos: unos lo hacen hacia los 12 años, otros a los 14, pero ninguno los mantiene en grupos heterogéneos hasta el final de su formación obligatoria atendiendo únicamente a su edad cronológica. No hay que buscar razones políticas de derechas o de izquierdas, simplemente no es eficaz. Usar la demagogia apelando a la imposible igualdad intelectual de los adolescentes, a base de tiempo, o la razón política de confrontación PP/PSOE no nos lleva a ninguna parte. Ni las prisas por paralizar la Ley de Calidad, en general bien acogida por la sociedad, tampoco. Quizá, la razón haya que buscarla en otra PRISA, la de los pingües beneficios editoriales a través de los libros de texto
           
Si de lo que se trata es de cambiar el nombre y no el concepto, y pasar de“itinerarios”, marca del PP, por la marca del PSOE cambiando el nombre y denominarse “vías opcionales”,  “currículos diversos “, “opcionalidades” o clases “A” “B” y “ C”, nos parece bien.
 
Pero si esa “atención a la diversidad”  es la que se ha venido realizando en Cataluña, que consiste en la absurda clasificación en “optatividad”, “refuerzo” y “apoyo” (El País 1/5/2004), nos tememos que el fracaso escolar de Cataluña, situada en el penúltimo lugar de España, y España en el penúltimo de Europa, se extienda a todo el país. En estos últimos diez años la degradación de la enseñanza ha sido constante. Decir que la sociedad ha cambiado y que ésa es la razón  del fracaso escolar no se sostiene, porque los mismos cambios han tenido lugar en los demás países europeos y diversifican al adolescente.  Desde Inglaterra : Comprehe, Grammar y Technical (tres vías), hasta Italia con catorce posibilidades desde los 14 años , pasando por Alemania, cuatro vías desde los 10 años y Francia, con dos vías desde los 13 y cuatro desde los 15 años.
 
Achacar la culpa al profesorado, tampoco, porque mas del 80% de los profesores son los mismos de hace diez años. Es el sistema educativo el que ha cambiado, y ha cambiado en la escuela pública fundamentalmente. Los centros privados y muchos concertados hace mucho tiempo que de manera sutil ya han venido realizando sus “itinerarios particulares”, bien camuflados. Muchos institutos vienen diversificando a los alumnos de forma parecida, enmascarándolo ante la Inspección. Es decir, que una diversificación que se viene realizando de manera soterrada por motivos de eficacia pedagógica, y que está empezando a dar buenos resultados, cuando se  consagra por ley,  por razones estrictamente políticas,  se paraliza y volvemos a la no diversificación.
 
Un ejemplo de no diversificación: Instituto del Centro de Barcelona, de gran prestigio. Un grupo de 23 alumnos de 16 años, 4ª de ESO. Hay 16 alumnos extranjeros de diez nacionalidades distintas: 1 chino, 1 armenia, 2 ucranianos, 2 georgianos, 1 cubano , 1chilena, 1 colombiana, 1 argentino, 5 ecuatorianos, 1 venezolana. De estos alumnos, unos conocen español algo, otros casi nada, otros se confunden con el catalán de tal manera que es imposible la escritura. De los de habla española, cada uno viene de un sistema educativo distinto, con distintos conocimientos, capacidades y hábitos. De los españoles restantes, 3 alumnos pueden y quieren hacer bachillerato, y tienen todo el derecho.  Dos no pueden, y los restantes, con casi todos los extranjeros,  no quieren estudiar. Quieren que se acabe el curso cuanto antes para ponerse a trabajar. No es un ejemplo puntual. Este panorama es frecuente en la mayoría de los centros públicos. Es el resultado de la aplicación de una ley.
           
Sería de gran utilidad que los teóricos de la LOGSE y aquellos que se oponen a la diversificación por “itinerarios” (llámese de la forma que se llame) diesen ejemplo de “articulación” de esa diversidad tan “enriquecedora”, pero de forma práctica. Que practiquen sus teorias, den clase diariamente, y enseñen cualquier materia con este variado alumnado
           
Merecería la pena que los políticos del PSOE se acercasen algo más a la realidad y “dialogasen” con todos, en especial con los profesores de aula, cuya opinión es mayoritaria a favor de separar los alumnos por itinerarios, según el sondeo de CCOO (El Mundo 14/5/2004). Profesores que van a poner en práctica las leyes que ellos diseñan desde un despacho, y que tienen una gran experiencia en el aula.  Los que estamos en las “trincheras”.
 
Carmen Leal, profesora de I.B. en Barcelona

                       

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