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Carlos Semprún Maura

Mangoneos y estafas

El caso es que todas las cadenas de televisión dedican horas a exaltar la historia ejemplar de este diario comunista, curiosamente transformado en el único diario sin lectores de Francia

Escribía en mi ultima carta que era muy probable que los secuestradores de los dos periodistas franceses y de su intérprete, quienes disfrutan de todo el barullo que han armado, hayan cambiado sus exigencias, abandonando su reivindicación sobre la abolición de la ley que prohíbe el velo islámico en las escuelas, y pasando a cosas más concretas, dólares, por ejemplo. Al día siguiente hubo confirmación: exigían cinco millones de dólares.
 
En seguida, las autoridades francesas quisieron enterrar el asunto de los cinco millones, con declaraciones ambiguas, según las cuales, no era nada seguro que fueran los secuestradores, el “Ejército Islámico de Irak” quienes habían exigido esos millones. El silencio y la prudencia están al orden del día, mientras que en Irak se prosiguen los secuestros –dos jóvenes italianas están entre las últimas víctimas–, los atentados, los asesinatos, el terrorismo en una palabra.
 
El otro día, en un debate por televisión, sobre el secuestro de los periodistas en Irak, y la sangrienta conclusión del secuestro en la escuela de Beslán, un señor, francés musulmán, o de “origen magrebí”, cuyo nombre no recuerdo, declaró tajantemente que estaba indignado porque el consejo del culto musulmán de Francia, así como otras autoridades islámicas, se habían dirigido a los secuestradores para que liberasen a sus rehenes como si fueran musulmanes, cuando no lo son. Me extrañó que nadie le preguntara si opinaba que Bin Laden tampoco era musulmán, si el único musulmán en el mundo era él. Además en el pasado, los ejércitos árabes, como otros ejércitos, convertían sus prisioneros en esclavos, hacían rehenes, y tenemos un ilustre ejemplo, muy nuestro, Cervantes fue rehén en Argel. De todas formas se dijeron infinitas sandeces en ese debate, dominado por el espíritu muniqués y el odio a los USA. Lo de siempre.
 
Debe de ser el centenario del diario L’Humanité , fundado por Jean Jaurés, y secuestrado por el PCF a partir de 1920, y no será porque este fin de semana tendrá lugar su tradicional fiesta anual. El caso es que todas las cadenas de televisión dedican horas a exaltar la historia ejemplar de este diario comunista, curiosamente transformado en el único diario sin lectores de Francia. Los trozos que vi constituyen un delirante homenaje a ese portavoz del totalitarismo soviético mal traducido al francés. Si no me extrañó dicho homenaje por parte de las cadenas estatales, siempre dominadas por la izquierda socialburócrata, durante unos instantes me extrañó que TFI, cadena privada, le consagrara tanto tiempo, hasta que recordé que TFI es copropietario de
L’Humanité , y hacía publicidad para uno de sus productos. En efecto, éste diario comunista se privatizó hace un par de años, para obtener subvenciones capitalistas, las estatales siendo insuficientes. Un diario sin lectores cuesta carísimo.

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