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Ignacio Villa

Ya está aquí Telepolanco

Polanco quería ahora una televisión en abierto, y esa televisión ya la tiene. Lo ha hecho el Gobierno en tiempo record. Es más, toda la política audiovisual de Zapatero en este primer año tenía un sólo objetivo: tener contento a Polanco

Catorce meses ha tardado el presidente Zapatero en reconocer a quién le debe el poder y el triunfo en las últimas elecciones generales. Ese trabajo fino y constante realizado por el Grupo Prisa, desde los atentados del 11 de marzo hasta las elecciones del 14 del mismo mes, ha sido pagado generosamente por el Gobierno socialista.
 
Sin rechistar, sin matices, sin decir esta boca es mía el Ejecutivo se ha puesto en tiempo de saludo con PRISA. Polanco quería ahora una televisión en abierto, y esa televisión ya la tiene. Lo ha hecho el Gobierno en tiempo record. Es más, toda la política audiovisual de Zapatero en este primer año tenía un sólo objetivo: tener contento a Polanco; y ya lo ha conseguido.
 
Y es que esos terroristas suicidas del 11 de marzo, esa retrasmisión en directo de las manifestaciones “espontáneas” delante de la sede del PP durante el día de reflexión o esa difusión hasta la extenuación de que el Gobierno de Aznar mentía no podía quedar sin su pago respectivo. Unos hicieron su trabajo y otros lo han reconocido.
 
En fin, la realidad es que con esta decisión del Consejo de ministros se confirma en primer lugar la omnipotencia de Polanco y en segundo lugar el monopolio mediático que existe en España. No piensen que en Moncloa alguien se ha creído que la creación de un nuevo canal analógico de libre acceso es un gesto de pluralidad. Para nada. El nuevo canal de televisión es una simple excusa de falsa pluralidad para dar un "barniz" de normalidad a la nueva "Telepolanco".
 
No hay margen para el engaño, el Gobierno está en lo que está y por lo tanto quieren un control exhaustivo de las televisión. La manipulación les salió muy bien el 14 de marzo y no parecen que quieran dejar el sistema.