Otro más que le hace el trabajo sucio a Emilio Butragueño. Mario Lobo Zagallo no quiere que Ronaldo y compañía celebren sus goles con la camiseta de la selección como suelen hacerlo últimamente con la madridista, choteándose de sus rivales. Y su explicación puede escocerle a más de uno: "Entiendo que eso lo hagan con un club, pero la camiseta amarilla merece más respeto". Zagallo tiene orgullo y, como cualquiera en su sano juicio, sabe que los jugadores de la selección de Brasil tienen una responsabilidad mucho mayor que, por ejemplo, los de Costa Rica. Eso es precisamente lo que no han querido entender desde la directiva del Real Madrid, y me extraña mucho más teniendo en cuenta lo cuidadoso que suele ser Florentino Pérez con la imagen que ofrece su club.
Ha tenido que venir Zagallo para sacarles los colores a Butragueño, Sacchi y Luxemburgo. Resumiendo, el "lobo" ha venido a decir lo siguiente: "Cuando jueguen con la camiseta blanca monten ustedes el circo que les dé la gana, pero con la selección brasileña no jueguen ni un pelo". Sólo algunas horas después de que Zagallo hiciera esas declaraciones, Ronaldo ha comentado que "en vista de que le molesta a alguno de mis compañeros ya no volveré a celebrar los goles así", en clara alusión a Iván Helguera. ¿Lo hace realmente porque no les gusta a Helguera o Pablo García?... Yo creo que lo hace porque Zagallo no le ha dejado otra salida. Parece sensato pensar que, si Ronaldo marcase un gol en el próximo partido de Liga y lo celebrara imitando, por ejemplo, a un pavo real, estaría reconociendo que la camiseta del Real Madrid le merece menos respeto que la de Brasil. Butragueño, o quien fuese, dejó pudrirse la situación. Su sentido común no les dictó que lo mejor era parar aquel infame ballet. ¿Para qué enfrentarse con Ronaldo? Caperucita Roja esperó sentadita en su silla hasta que apareciese un lobo cualquiera, el primero. Y salió aullando Mario Lobo Zagallo. Bien está lo que bien acaba, aunque se echa de menos un poquito de tensión.
