La política exterior de Rodríguez Zapatero ha completado todos los frentes posibles, la llegada –ya oficial– de Angela Merkel a la Cancillería alemana abre otro agujero a un Gobierno que desde el primer minuto se ha apuntado al tercermundismo en las relaciones internacionales.
Al presidente del Gobierno, con esa torpeza que le caracteriza, le faltó tiempo para felicitar al canciller Schroeder, catalogando de "fracasada" a Merkel pocas horas después de conocer los resultados oficiales de las elecciones alemanas. Desde luego el error es mayúsculo; pero aunque sea por curiosidad, sería muy interesante conocer si esas barbaridades son fruto del entusiasmo personal de Zapatero o pertenece a ese tipo de decisiones de un ejército de asesores inútiles que colocan al presidente del Gobierno de turno fuera de la realidad.
Si nadie responde a esta disyuntiva, me inclino a pensar que está más bien motivado por las formas de hacer del propio Zapatero. Y es que antecedentes no faltan. El jefe del Ejecutivo va camino de los dos años en La Moncloa y los Estados Unidos siguen sin dirigirle la palabra; y es que aunque ciertamente han intentado maquillar las relaciones, a la mínima vuelve a aflorar por los cuatro costados el antiamericanismo de este Gobierno. Pero no acaba ahí todo. Por ejemplo, el primer ministro británico –compañero ideológico de ZP– tiene catalogado al presidente del Gobierno español como líder de segunda división; la realidad es que cada vez que ha visitado Londres –dos veces en 18 meses– ha sido relegado a la mínima expresión. Y en fin, para no dejar nada en paz; recordemos las malas relaciones que se ha trabajado con Polonia –socio natural de España en la Unión Europea– después de cancelar una "cumbre bilateral" por "cansancio del presidente". Una nueva enfermedad hasta ahora desconocida.
Pues bien, con tanto enfado por medio mundo, le faltaba Alemania y ya lo ha conseguido. Hasta el momento, que se sepa, Rodríguez Zapatero no ha felicitado a la futura canciller de Alemania. Y no hay que olvidarse que el Gobierno predicaba que la vuelta al corazón de Europa iba a estar apoyada en Francia y Alemania. Ahora, sin Alemania y con Chirac en las últimas, ¿dónde nos va a colocar Zapatero? Si quieren acertar miren al Tercer Mundo, allí seguro está solución. A Zapatero no le interesan los países propios de nuestro entorno. Lo suyo es la Alianza de Civilizaciones. Y al final estamos cada vez más solos.
