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EDITORIAL

Prisa y su trasnochada campaña promocional de ZP

La labor humanitaria que tenían encomendada los soldados españoles, ¿era, acaso, incompatible con la autoprotección y la protección de los ciudadanos iraquíes, contra los que iban y van dirigidos los ataques terroristas?

Los denodados esfuerzos de Prisa por mejorar la imagen del Gobierno del 14-M provocan vergüenza ajena. Tanto en el campo de la ética como de la estética. Que El País descubriera el otro día a los "peligrosos socios" de ZP, y los tratara, al tiempo, de desmarcar del Gobierno, no ha logrado más efecto que el que pueda tener un insulto a la inteligencia de los ciudadanos, empezando por la de sus propios lectores. No menos patético resulta, sin embargo, que Prisa pruebe ahora mejor suerte, tratando de desgastar a la oposición del PP con episodios del pasado, sin vigencia alguna, como son el envío de tropas españolas a Irak, tras el derrocamiento de Sadam Hussein, o el accidente marítimo del Prestige. A eso se han dedicado este domingo tanto la SER como El País. Imagínense lo mal que debe ir ZP en las encuestas.

Con todo, causa sonrojo que alguien anuncie a bombo y platillo un hecho tan intrascendental como es que la acreditada decisión de alejar lo más posible de las costas españolas al buque siniestrado, fuese tomada, en realidad, un día antes del registrado en la versión oficial. Esto es, sin embargo, a lo que se ha limitado la información de la Ser, facilitada por IU.

En cuanto a la información que publica El País, de ser cierta, lo que debería provocar escándalo no es saber que las tropas españolas –como el resto de las aliadas– también se vieron afectadas por el azote del terrorismo, el mismo que todavía trata de abortar la transición democrática iraquí; sino saber si el gobierno de ZP ha perpetrado una ilegalidad con su filtración de documentos clasificados.

Al margen de esta cuestión formal –que debe ser dilucidada sin dejar, por ello, de refutar las ridículas tesis del PSOE–, lo que todos nos deberíamos preguntar es si la labor humanitaria que tenían encomendada los soldados españoles era, acaso, incompatible con la autoprotección y la protección de los ciudadanos iraquíes, contra los que iban y van dirigidos los ataques terroristas. ¿Acaso no está avalado por el sentido común, y hasta por las resoluciones de la ONU, que combatir a quienes son capaces de perpetrar las salvajes matanzas terroristas es una labor humanitaria prioritaria?

Precisamente, porque están expuestas a los ataques armados, es por lo que el sentido común, el Gobierno español y la comunidad internacional encomendó –y seguirá encomendado– las llamadas "labores humanitarias" a los soldados; no sólo en Irak, sino también en Afganistán y en todos esos países en los que los nostálgicos de tiranías derrocadas traten de impedir por la fuerza la convivencia democrática. A esa loable labor se dedicaron los soldados españoles, con un saldo de un muerto y 23 heridos.

No sabemos que hubiera tenido de "humanitario" dejar que se perpetuara la genocida dictadura de Sadam Hussein, o que no se hubiera combatido a quienes tratan de abortar la democracia iraquí. Lo único que pretende Prisa y el PSOE volviendo a sacar a colación este asunto, es desviar la atención pública de los temas que verdaderamente comprometen al actual Gobierno y preocupan a los españoles. Ahora bien. Para que este globo del pasado no oculte la visión de lo que verdaderamente importa en el presente, el PP se debe atrever a pincharlo. El único riesgo está, no en la débil argumentación del PRISOE, sino en los fuertes complejos del PP a la hora de refutarlos.

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