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El futuro de Irak

Para evitar un problema similar en la Cámara de Representantes, sus líderes asociaron parte del gasto doméstico a la aprobación de la ley para endulzar el mal trago y persuadir a demócratas cada vez más reacios a votar a favor.

Helle Dale

Dejemos esto claro. De acuerdo con los diversos intentos de congresistas demócratas para forzar al presidente Bush a traer de regreso a las tropas, Estados Unidos debería retirarse de Irak si el Gobierno de Maliki fracasa en el cumplimiento de ciertos objetivos como la reducción de la violencia, el aumento su número de tropas y un avance hacia una solución política. Esto es, si el Gobierno iraquí no está en condiciones apropiadas para gobernar el país, entonces nos vamos. Por otro lado, si el Gobierno iraquí cumple nuestras exigencias, funcionando como debe, ¿nos quedaremos? En algún momento, en algún sitio, todo esto se trastocó y acabó patas arriba.

Llegó el turno de los demócratas en la Cámara de Representantes de tener otra oportunidad para atar las manos del presidente. Después de la derrota del proyecto del líder de la mayoría del Senado, Harry Reid, para constreñir la capacidad de Bush para desplegar tropas en Irak, que no conseguió más de 48 votos, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi ha pensado una estrategia mejor. El problema de Reid es que los demócratas más centristas están empezando a echarse para atrás, preocupados por parecer débiles en defensa y obstruccionistas con un presidente en tiempos de guerra.

Para evitar un problema similar en la Cámara de Representantes, sus líderes asociaron parte del gasto doméstico a la aprobación de la ley para endulzar el mal trago y persuadir a demócratas cada vez más reacios a votar a favor.

Como otros proyectos de ley suplementarios, éste es un conglomerado de regalitos para los distritos electorales de los congresistas dubitativos. Bush pidió 100.000 millones de dólares para las tropas en Afganistán e Irak, además de 3.000 millones de dólares en ayuda para desastres, pero unos 20.000 millones de dólares de otros gastos se colaron en el paquete de medidas. Por tanto, el plan de gastos de emergencia para la guerra que aprobó la Cámara de Representantes incluye, entre otras cosas, 74 millones de dólares para el almacenamiento de cacahuetes, 48 millones para la Agencia del Servicio Agrícola y 35 millones para la NASA. Nos sería muy util si alguien en la Cámara pudiese explicar qué tiene que ver el almacenamiento de cacahuetes con el futuro de Irak.

Mientras tanto, la financiación de las tropas está ligada a un calendario específico de retirada, ordenando que empiecen a regresar a casa a fin de año, si no hay progreso a la vista y todas las tropas tendrán que volver a casa el próximo año (con muy pocas excepciones). La medida también limita cómo se pueden usar los fondos, negando a los generales que están sobre el terreno el poder para tomar sus propias decisiones.

El presidente ha estado en lo correcto cuando ha protestado enérgicamente contra esta táctica y ha amenazado con vetar la medida. "El objetivo de esta ley debería ser dar a nuestras tropas en el frente de batalla los recursos, los fondos y el equipo necesario para luchar contra nuestros enemigos. Lamentablemente, algunos en el Congreso están usando esta ley como una oportunidad para controlar administrativamente a nuestros comandantes militares, forzar una retirada precipitada de Irak y gastar miles de millones en proyectos domésticos que no tienen nada que ver con la guerra contra el terrorismo", afirmó un presidente Bush que echaba chispas.

La jugada del Congreso llega en un momento en que el plan de Petraeus está teniendo un impacto positivo en Irak, menoscabando así la mejor oportunidad de éxito que hemos visto en mucho tiempo. ¿Coincidencia? Quizá sí, quizá no.

Como consecuencia del aumento de tropas y las nuevas tácticas, la violencia en Bagdad ha disminuido. Las tropas americanas e iraquíes han capturado a más de 700 extremistas chiítas sospechosos y han incautado una enorme cantidad de armas. Hoy ya no hay refugio seguro para los terroristas y las operaciones se están produciendo en todo Bagdad, incluyendo la anteriormente intocable Sadr City. El aumento está diseñado para proteger a los civiles iraquíes y hacer que Bagdad sea habitable nuevamente. Una señal que dice que los iraquíes se sienten más envalentonados es que están suministrando unos 250 datos a la semana a las fuerzas conjuntas de iraquíes y americanos que trabajan hombro con hombro. Y este progreso se está consiguiendo incluso antes de que el grueso de las tropas adicionales lleguen al terreno, algo que se espera suceda en mayo.

El precio del fracaso en Irak será alto, que no quepa ninguna duda. Un país en caos podría ser un refugio seguro para los terroristas. A mi colega de la Fundación Heritage, James Phillips, le gusta decir que "un Irak talibanizado sería como un Afganistán con esteroides". Afganistán es uno de los países más pobres del mundo mientras que Irak es uno de los más ricos en recursos petrolíferos. Un régimen hostil en Irak patrocinando y protegiendo terroristas sería un gran problema para nosotros y para el resto del mundo.

Lo que podríamos tener en cambio, si logramos hacernos con un poquito de paciencia, es un gobierno iraquí amigo de Estados Unidos y un aliado en la guerra contra el terrorismo. ¿Qué Irak preferiría usted?

©2007 The Heritage Foundation

* Traducido por Miryam Lindberg

Helle Dale es directora del Centro Douglas y Sarah Allison para Estudios de Asuntos Exteriores y de Defensa de la Fundación Heritage . Sus artículos se pueden leer en el Wall Street Journal, Washington Times, Policy Review y The Weekly Standard . Además, es comentarista de política nacional e internacional en CNN, MSNBC, Fox News y la BBC.

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