Bueno, vale.
La última melodía que compré fue el "Ego sum Abbas Cucaniensis" de Carmina Burana. La anterior seguramente fue el segundo movimiento de la séptima de don Luís v. Beethoven, cosa de v. Karajan. En otras palabras que me la susa este asunto.
Gran artículo.
Es mentira que el trabajo de editor vaya a desaparecer, por la sencilla razón de que ya desapareció hace muchos años. Cada vez hay más libros que se publican sin corregir sus errores meramente tipográficos y, lo que es más grave, sin corregir sus errores de estilo y con flagrantes contradicciones. Y no hablo sólo de acentos: hablo de puntuación, separación de párrafos, abuso de la negrita en textos técnicos, incoherencia en los estilos tipográficos, y un insoportable abuso de: títulos, subtítulos, sub-subtítulos, títulos de párrafo, títulos de párrafo dentro de párrafo dentro de sección dentro de capítulo dentro de... Un desastre.
En España todo llega tarde y mal. La industria, las matemáticas, las ideas, la música, la tecnología. No parece que las empresas editoriales españolas vayan a romper con esta arraigada tradición de esperar treinta años para empezar a investigar la rueda y repetir los errores que otros empresarios de otros países ya han superado.
Salud

Y este tipo de la perilla a lo Wild Bill Hichcock me gusta más cada día. Desde que era el sheriff local, hace varios años, no ha hecho sino mejorar.