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Ramón Villota Coullaut

El Código penal y "el Rafita"

Aunque se conoce la situación real de peligrosidad de "el Rafita", el asesinato de Sandra Palo no aparece en su expediente penal y ha de ser tratado como si a los 18 años empezara de nuevo su vida delictiva.

Ahora que se conoce que uno de los asesinos de Sandra Palo, "el Rafita", ha seguido cometiendo delitos en libertad vigilada, vuelve a surgir el problema sobre los menores y la legislación penal; una legislación que fue concebida para hechos delictivos de baja entidad, con la idea de encauzar a esos menores cuando todavía son adolescentes, cuando todavía es posible resocializarlos. Una idea que puede cosechar buenos resultados en delitos de poca importancia, pero cuyo éxito es más que dudoso para carreras delictivas extensas o con delitos de especial gravedad, aun cuando los infractores sean menores.

Por tanto, en ocasiones –y el derecho penal debe estar pensado para todo tipo de situaciones– este pensamiento bienintencionado puede llevarse mal con la realidad, encontrándonos con la paradoja de que en la actualidad "el Rafita" sigue delinquiendo incluso en libertad vigilada –lo cual, por otra parte, no es difícil si no tiene voluntad de reinsertarse–, y la justicia penal de mayores se encuentra ante una encrucijada cada vez que es detenido por realizar robos con fuerza. En este caso, el procedimiento penal puede durar más de un año, y la prisión provisional es impensable. Es decir, que aunque se conoce la situación real de peligrosidad de "el Rafita", el asesinato de Sandra Palo no aparece en su expediente penal y ha de ser tratado como si a los 18 años empezara de nuevo su vida delictiva.

Esto implica que durante un año o más "el Rafita" estará en libertad, posiblemente cometiendo más delitos, a la espera de que en algún momento pueda cometer un delito más grave. Por tanto, a día de hoy y debido a la bienintencionada Ley de Responsabilidad Penal del Menor –que no previó en realidad supuestos de homicidios cometidos por menores, si no que sólo pensó en la posibilidad de que el menor delincuente se reinsertara–, la sociedad se encuentra a la espera de que o bien "el Rafita" entre en prisión por la finalización de los diferentes procedimientos por robos con fuerza por los que le va deteniendo, o bien que cometa un delito de más calado y se le pueda imponer la prisión provisional. En cualquier caso, con la situación actual sólo cabe esperar que el daño que se cometa en el futuro sea el menor posible.

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