Argentina no se merece a Messi

Creo que es un hecho histórico que se encuentren mito y heredero en el campo. Y eso es lo que llena páginas, comentarios, y egos. Obviamente hablamos de Maradona y Messi. Maradona pasó un primer Mundial, el del 82 en España, bastante gris dramatizado con la famosa roja tras su patada de impotencia en los genitales a Dirceu. El primer Mundial de Messi fue con una suplencia inmerecida en Alemania 2006. En su segundo Mundial, Diego subió a los altares del Olimpo de este deporte; ahora, ese momento llega para Messi, tras vencer todo a nivel de club y conseguir todos los éxitos y premios individuales, incluida la Bota y Balón de Oro en una misma temporada, hecho insólito en la historia del fútbol. Y aunque se tienda a huir de la individualización, al igual que en el 1986, todos analizamos que el entorno de Messi mejora como lo hacía el entorno de Maradona, pero que, por ahora, no se ha encontrado la mejor versión del rosarino vistiendo la albiceleste. Quizás el cambio de sistema –hace un mes Argentina jugaba 4-4-2 y hoy parece que Diego ha optado por un 3-5-2 con Jonás Gutierrez cubriendo todo el carril–, las polémicas en la convocatoria con ausencias demasiado injustas como Zanetti o Cambiasso, y una fase de clasificación tan convulsa, me recuerda una frase de un amigo ex jugador profesional argentino que me dijo: "Victor, Argentina no merece a Messi".

Nigeria es difícil de analizar porque es una incógnita: demasiados jugadores en el mismo estilo en el medio del campo con fuerza pero poca creatividad, una línea defensiva demasiado lenta e insegura y sólo cabría salvar la potencia y velocidad de arriba que es capaz de armar un contragolpe en cualquier momento. Pero tiene un buen seleccionador como Lars Lagerback que si es capaz de, por lo menos, hacer cumplir con cuatro reglas simples a la anarquía de estos jugadores: repliegue, asegurar pase en zonas de riesgo, manejo de la línea del fuera de juego y buena defensa a balón parado, puede pasar de todo.

Los jugadores clave serán:

• Juan Sebastián Verón: A sus 35 años creo que tiene más importancia en la selección que cuando jugó el Mundial del 98. Obviando a Messi que es evidentemente el jugador clave, es él quien va a tener que trasladar la pelota de la salida defensiva de Mascherano al vértigo ofensivo del tridente Di Maria-Higuain-Messi. Está claro que los años no pasan en balde a nivel de resistencia pero su lucidez sigue intacta o mejorada incluso, por lo que con solo 30 minutos a su nivel es capaz de desequilibrar partidos.
• Dickson Etuhu: Con la baja de la estrella en el mediocentro del jugador del Chelsea John Obi Mikel, Etuhu es la referencia para equilibrar el desastre táctico al que siempre nos tiene acostumbrados últimamente esta selección. Excelente temporada en el Fulham, no tiene un nivel técnico demasiado primoroso, pero es agresivo en la recuperación, contundente en el juego aéreo y conduce con potencia por su zancada. Oportunidad para mostrarse y dar un paso más en la Premier League donde es valorado.

Los jugadores a descubrir:

• Javier Pastore: Parte como suplente, pero creo que es el plan B para rotar a Verón. Ha tenido un año difícil en su adaptación a Europa en el Palermo pero le ha servido para llegar al Mundial con un crecimiento físico y de velocidad respecto al jugador que salió del Huracán bonaerense. Conducción, regate preciosista, último pase milimétrico y un golpeo a portería extraordinario. Puede ser la revelación.
• Lukman Haruna: Sólo tiene 19 años y fue la estrella del país en el último Mundial sub 20. Si hay alguien diferente en Nigeria con nivel técnico, es él. Me recuerda al mítico Okocha, pero con seis centímetros menos, lo que le imprime una velocidad a sus acciones, sobre todo sobrepasando las líneas de presión en velocidad que le dan mucho aire al equipo. Le puede pesar la edad y la responsabilidad, pero talento tiene para brillar.