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Las miserias del populismo

Porque la muchedumbre no desea que se le mente la verdad. Razón última de esa pasmosa facilidad con que suele dejarse embaucar por charlatanes, demagogos, farsantes, vendedores de crecepelo y flautistas socialdemócratas de Hamelin.

Erbilyos dijo el día 29 de Septiembre de 2011 a las 11:41:

Como charlatán populista, Rubalcaba no da la talla. Le falta ese entusiasmo teatral que exhibía Alfonso Guerra, o Hugo Chávez. Le falta también ese carisma que tenía Perón. Véase lo que decía del general un líder sindical argentino, Ricardo Otero, Ministro de Trabajo:

"Tiene un poder de persuasión de tal envergadura que frente a él, mire... Yo lo veo casi todos los días. Pero no puedo evitar, cada vez que lo tengo frente a mí, quedarme paralizado... Pero él, con esa genialidad extraordinaria que tiene, con un solo gesto, simplemente con apoyarle una mano en el hombro, ya rompe ese hielo, ese tremendo temor que se siente frente a él, esa desesperación de quererlo abrazar, de querer meterse dentro suyo." (sic)

Palabras como esas no las inspira Rubalcaba, ni siquiera entre sus partidarios. ¿Se imaginan a Toxo hablando así de Rubalcaba?