Piensa en las cosas que te importan en la vida. Ahora piensa en todas ellas padeciendo una mala memoria. Desde olvidar dónde pusiste las llaves, a perderte en una conversación porque no recuerdas los hechos que te relatan... una vida con deterioro neuronal acaba siendo frustrante, en el mejor de los casos. Problemas como el estrés, una alimentación proinflamatoria y un deficiente estilo de vida acaban estimulando lo que hoy ya es una epidemia mundial: más de 20 millones de personas padecen Alzheimer. Y no hace falta ser una persona de edad avanzada para sufrir los efectos del deterioro neuronal.
Se sabe que la mitad de la población mundial es deficiente en magnesio. Siendo un mineral fundamental para los huesos o los músculos, también se sabe que es muy importante para el cerebro. Por ejemplo, se precisa para la liberación de neurotransmisores. No por casualidad, entre los síntomas de la deficiencia de magnesio están desde la falta de memoria a la apatía o incluso la psicosis. El problema es que el cuerpo mantiene con dificultad los niveles de magnesio en el cerebro, y eso aunque consumamos suplementos de este mineral. Dicho problema parece hoy resuelto.
Juntemos al prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts, a un premio Nobel y 10 años de investigación. ¿Y qué obtenemos? El primer compuesto de magnesio que puede aumentar sus niveles en el fluido espinal y el cerebro de manera significativa. Y aunque un incremento del 15% de magnesio en esta zona puede parecer no demasiado, sus efectos sí lo son. Como puede verse en el gráfico del enlace anterior, sólo dos semanas de consumo de treonato de magnesio produce en ratas un aumento exponencial de las conexiones sinápticas. Por si aún no lo sabes, las sinapsis son las conexiones entre las neuronas, y sin ellas no hay transmisión de información. Su deterioro explica la falta de memoria en jóvenes así como el deterioro cognitivo en mayores. Según el Novel Object Recognition Test en animales, esta forma de magnesio mejora un 54% la memoria de largo plazo y un 15% la de corto plazo comparada con una forma común de magnesio. La correlación fue confirmada cuando al dejar de administrar treonato de magnesio a ratas sus conexiones sinápticas volvieron a reducirse.
Estás por segunda vez en la gran casa nueva de tu amigo y os habéis quedado a oscuras. ¿Sabes regresar a la puerta de entrada? Es lo que la ciencia denomina completar pautas o rellenar vacíos para reconstruir un patrón coherente. En este caso, se trata de recordar a oscuras el camino de salida. Treinta días de aportación suplementaria de treonato de magnesio en ratas de edad avanzada las hacía capaces de entrar y salir de un pequeño laberinto tras eliminar pistas visuales con la misma rapidez que las ratas jóvenes. Y se corroboró la mejora de memoria espacial tanto a corto (repitiendo la prueba en el momento), como a largo plazo (repitiendo la prueba 24 horas después). Tampoco por casualidad, esta forma de magnesio mejoró no sólo su densidad sináptica, sino su plasticidad sináptica, involucrada en el procesamiento y comprensión de los estímulos externos.
Uno de los objetivos principales de mi trabajo es demostrar que muchos problemas que padecemos son prevenibles, y en muchos casos incluso reversibles. El treonato de magnesio es prueba de ello.