Colabora
Agapito Maestre

C's y Podemos en Andalucía

Son tan fuertes C's y Podemos que pueden forzar unas elecciones en Andalucía, pero ZP, Redondo y Herrera hacen chistes sobre su desaparición. ¡La leche!

Casi todos los análisis sobre los nuevos partidos están obsesionados por responder a preguntas de este tipo: ¿durarán mucho estos partidos?, ¿serán viables las nuevas formaciones ante las potentes maquinarias políticas de los viejos partidos?, ¿conseguirán C's y Podemos romper el bipartidismo? Me parece que estas preguntas ocultan más que aclaran, pero sobre todo nos distraen de la resolución de los verdaderos problemas. Son asuntos, por un lado, para la distracción de gente ociosa y sin nada relevante que hacer ni decir; pero, por otro lado, son asuntos de distracción no tanto en el sentido de divertissement, sino en el inglés de distraction, es decir, de gente confundida, perturbada, en fin, de personas incapaces de pensar con rigor y seriedad. Por eso, cientos de análisis sobre C's y Podemos mueven a hilaridad. Son comentarios más propios de seres distraídos que de personas con sentido común. Me han hecho reír, por ejemplo, unos comentarios que he leído recientemente en El Mundo. Responde a gentes verdaderamente distraídas, cuando no enajenadas ante lo que está pasando en la vida política española.

Evoco lo leído y quizá ustedes juzguen con más tino que el mío a los comentaristas. Leo en el periódico citado que, recientemente, en una conferencia de Nicolás Redondo Terreros, en Sevilla, una persona muy conocida del público, que se vanagloria de no haber entrevistado nunca en su programa de radio a nadie de Podemos, contó lo siguiente: "Me ha dicho Zapatero que, en cuanto tengan que decidir sobre los horarios de los autobuses y el porcentaje de participación de las empresas públicas en los ayuntamientos, éstos [Ciudadanos y Podemos] duran cuatro años y luego volvemos a ser dos". Eso contó Carlos Herrera, quien interpeló a Redondo Terreros sobre si él también le daba cuatro años de vida a los nuevos partidos. La respuesta del antiguo secretario general del PSOE, en el País Vasco, fue: "No lo sé. No soy un optimista antropológico, como Rodríguez Zapatero, pero es cierto que los grandes partidos tienen un suelo electoral del que carecen los nuevos, que podrían desaparecer, si cometen errores, como le está pasando a UPyD".

Demasiado optimistas percibo a estos distraídos respecto a los cambios políticos que están produciéndose en España. Me parece que las posiciones de los socialistas confunden sus deseos con la realidad. Se obstinan en no entender lo que está pasando o, mejor dicho, en lo que ya ha pasado: los dos partidos emergentes han venido para quedarse, después de haber puesto en cuestión el sistema bipartidista y, de paso, a los independentistas de Cataluña y el País Vasco. Eso es un hecho incontrovertible. Inamovible. Es sabido que ni la omnipotencia divina puede hacer que lo que fue no haya sido. Los 15 escaños de Podemos y los 9 de Ciudadanos en Andalucía, sí, son reales y determinan toda la política andaluza aún más de lo que pudiera hacer la segunda fuerza más votada, el PP. Eso es lo real. El resto cuentos para desprestigiar a los que ha llegado a la escena política sin que se enteren los viejos partidos. Son tan fuertes C's y Podemos que pueden forzar unas nuevas elecciones en Andalucía, pero Zapatero, Redondo y Herrera hacen chistes sobre su desaparición. ¡La leche!

Temas

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario