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Zoé Valdés

Cal viva de verano

Guardias civiles quemados, a los que también les han lanzado ácido, y hasta mierda. ¿Hasta cuándo?

"Gotitas de dolor", se titulaba aquel famoso bolero de Orlando Vallejo… A ver a qué reguetonero se le ocurre improvisar algo con la cal viva del verano, ¿"Puñaditos de dolor", quizás? Broma aparte, ya van cuatrocientos salvajes salta-vallas, doscientos en una primera jornada, y recién doscientos más, por Ceuta.

Guardias civiles quemados, a los que también les han lanzado ácido, y hasta mierda. Siete malheridos en lo que va de día. ¿Hasta cuándo? Pues hasta que les empiecen a degollar a los hijos en las calles, y cuidado…

En este caso no son personas que huyen de ninguna guerra ni tiranía alguna, reitero, son poco menos que salvajes, y entran a España y a Europa como invasores criminales, no como inmigrantes ni refugiados. Para mí, que soy una exiliada de una verdadera tiranía –comunista–, el exilio en Europa no ha sido nada fácil, como para muchos cubanos y latinoamericanos. Nunca nadie nos ha regalado nada. El hecho u oportunismo político de que se llame "inmigrantes" a estos agresores constituye una de las burlas más vergonzosas de las que se hacen en contra de los ciudadanos de bien, que pagan sus impuestos, y a los que les cuesta terminar el mes de manera normal dentro de su propio país.

El Gobierno de España, con Pedro Sánchez a la cabeza, es culpable de estos desmanes. Estamos frente a un Gobierno impuesto por una moción de censura que no ha recurrido (tal como prometió) a elecciones libres, lo que no es normal en un Estado democrático. Violar la tranquilidad ciudadana y colaborar para que los españoles no vivan en paz no puede ser la prioridad de un Gobierno, es que no cabe en ninguna mente sana y normal. Pero los que gobiernan en este momento en España no son sanos ni normales, y lo que anhelan es la destrucción de ese país, como sucedió en Cuba y ha venido sucediendo en Venezuela, Nicaragua y en varios países regidos por el comunismo y por el cinismo y la intolerancia.

Quemar con cal viva, dejar ciegos con cal viva, herir con ácido puro, contaminar con mierda son crímenes que debiera castigar la Ley. Cada persona que salte esa valla tendría que ser conducida directamente a la cárcel, y pudrirse en ella. Es increíble lo mansos que son con estos mequetrefes y la dureza que muestran ante los presos políticos cubanos, a los que ni siquiera mencionan y con los que no muestran ninguna humanidad. Dan verdadero asco.

España va hacia el hundimiento si continúa por esos derroteros, cada vez que lo insinúo o lo digo me quieren comer a mordiscos. Allá los equivocados, sigan durmiendo de ese lado que les va a hormiguear el cerebro, y muy pronto les empedrarán hasta los sentimientos.

Se les nota muy entretenidos en desenterrar a Franco, no hay día en que no lo mientan; tanto lo extrañarán, supongo. Y es que a los comunistas les encanta vivir del pasado, de los muertos, y exhumar esqueletos. Hugo Chávez se empeñó en sacar los huesos de Simón Bolívar para sus brujerías con el Diablo Tuntún de Cuba, y vean cómo terminó. "La maldición también es divina", que diría mi abuela, del cáncer no lo salvó ni el médico chino ni la Potencia Miérdica de Cagonia Enardecida, ex Cuba.

Con los muertos no se juega, y mucho menos con sus restos. Allá ellos. Cada día Franco les envía –vallas mediante– de doscientos en doscientos salvajes para que acaben y destruyan. Pero, no se quieren enterar, "ye ye…", que lo de la fatalidad del muerto es de verdad, "ye ye"…

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