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Fray Josepho y Monsieur de Sans-Foy

¿Quién es más mesías?

Pablo y Pedro son dos gigantes, dos héroes legendarios dignos de veneración. Como Jesucristo, pero elegidos democráticamente.

Pablo Iglesias y Pedro Sánchez | EFE

Estos tiempos, en los que la fe escasea y la religión se abandona, son también tiempos de culto y adoración: adoración por los líderes más carismáticos que vieron los siglos, al menos, por la banda de la izquierda.

Pablo Iglesias y Pedro Sánchez son Cástor y Polux, Daoíz y Velarde, Ortega y Gasset. Figuras carismáticas como nunca las tuvo el progresismo desde que el hombre (y la mujer) aprendieron a levantar el puño.

Pablo y Pedro son dos gigantes, dos héroes legendarios dignos de veneración. Como Jesucristo, pero elegidos democráticamente.

Hasta ahí no hay controversia, pero ¿quién es más mesías?, ¿quién es más digno de veneración?

Nuestros poetas lo tienen claro.

PABLO IGLESIAS, EL NUEVO MESÍAS
por Fray Josepho

Es nuestro Pablo Iglesias igual que Jesucristo:
lo mismo que el mesías Jesús de Nazaret.
Lo sabe con certeza cualquiera que lo ha visto
currando en la Moncloa o estando en su chalet.

Por todos y por todas se ofrece en sacrificio.
Y tiene sus apóstoles y apóstolas también.
Se entrega en cuerpo y alma, por nuestro beneficio,
buscándonos, magnánimo, la gloria del Edén.

Padece por los pobres, igual que el Nazareno.
Y multiplica panes y peces sin parar.
Con esa voz profunda, se nota que es tan bueno,
que cualquier día de estos camina sobre el mar.

Igual que a Jesucristo, también a Pablo adora
el pueblo, iluminado por su brillante luz.
Pero, ay, como al Mesías, también a Pablo ahora
pretende la derecha clavarlo en una cruz.

PEDRO ES MÁS QUE PABLO
por Monsieur de Sans-Foy

Los milagros de Pableras, no lo niego,
son prodigios a la altura de su ego.
¡A cualquiera dejarán contra las cuerdas
tales obras filantrópicas de izquierdas!

El esfuerzo que a los pobres les dedica
es tan grande que, primero, los fabrica.
De esa forma, el despilfarro monetario
se produce porque es justo y necesario.

Mas, con toda su bondad omnipresente,
no se puede comparar al Presidente,
porque sólo Pedro es único y eterno:
es el Todopoderoso del Gobierno.

Sus prodigios son magníficos a diario,
sobre todo, con Simón de intermediario.
¿Cómo quieres superar a los dos juntos,
si, a su paso, resucitan los difuntos?

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