Colabora
Cayetano González

Grietas en el proyecto de Sánchez

Sentenció hace años Alfonso Guerra que, cuando pone en marcha la maquinaria de perder elecciones, el PSOE es imparable.

En buena hora se le ocurrió al núcleo duro de Sánchez –Redondo, Bolaños, Ábalos, Lastra–, con la inestimable colaboración de Ciudadanos, diseñar la operación de asalto a las comunidades autónomas gobernadas por el PP, que tenía que haber empezado por Murcia y continuar por Castilla y León y Madrid, mediante la presentación de las correspondientes mociones de censura. Ahí empezó todo, y la rápida y contundente reacción de Isabel Díaz Ayuso en la mañana de aquel miércoles 10 de marzo, disolviendo la Asamblea de Madrid y convocando elecciones para el 4 de mayo, evitó y trajo consigo lo que ahora se está viviendo en el ámbito de la política nacional: un desdibujamiento del Gobierno social-comunista, una crisis en el PSOE, la muerte política de Ciudadanos y el abandono de la vida pública de uno de los personajes más nocivos para la salud democrática: Pablo Iglesias.

Lo más relevante de lo sucedido en estas semanas es que, por primera vez desde que accedió a la Secretaría General del PSOE y a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez ha recibido un bofetón político de gran contundencia, propinado por los ciudadanos de la Comunidad de Madrid, pero tras los cuales pueden estar muchos otros de otras partes de España. Las encuestas publicadas en estas últimas horas así lo reflejan: el PP, si hubiera hoy elecciones, estaría por delante del PSOE y, sumando con VOX, el centro-derecha estaría en condiciones de desalojar del poder al inquilino de la Moncloa.

Los insultos proferidos por Carmen Calvo y José Luis Ábalos a los ciudadanos de Madrid por haber votado como lo han hecho fue la primera muestra de ese nerviosismo que se ha apoderado del sanchismo. Pero no es la única. La apertura de expediente de expulsión a dos socialistas pata negra como Joaquín Leguina y Nicolás Redondo es otra. El primero es el único presidente socialista que ha tenido la Comunidad de Madrid, y el segundo, aparte de ser hijo de quien es, ha sido una persona que se ha dejado la piel durante muchos años en la defensa de la libertad y la democracia en el País Vasco. El PSOE de Sánchez no tiene límites: pacta con los herederos políticos de ETA o con los enemigos de España, pero expulsa de sus filas a dos personas como Leguina y Redondo Terreros.

Ante la posibilidad de que el presidente de la Junta de Andalucía, el popular Juanma Moreno Bonilla, decida adelantar las elecciones en esa comunidad, Sánchez ha ordenado acelerar la defenestración de la otrora lideresa del socialismo andaluz y rival suya en las primarias del PSOE, Susana Díaz. Pero esta le ha salido respondona y dará la batalla en las primarias para elegir al candidato del PSOE a la Junta de Andalucía, que tendrán lugar el próximo 13 de junio. Y lo hará, así se escribe la historia, invocando el mismo lema empleado por Díaz Ayuso en Madrid: "Libertad". Otro problema para Sánchez.

Sentenció hace años Alfonso Guerra que, cuando pone en marcha la maquinaria de perder elecciones, el PSOE es imparable. Da toda la impresión de que ese proceso ha comenzado, y no solamente se puede achacar a errores propios. En las elecciones de Madrid se ha puesto de manifiesto un hartazgo ciudadano ante un proyecto político, el de Sánchez e Iglesias, letal para España, para la convivencia y para las libertades individuales. La gente en Madrid ha dicho alto y claro ¡basta ya!, y da toda la impresión de que el actual inquilino de la Moncloa, en su soberbia, de momento no ha entendido el mensaje. Ha empezado a tener grietas profundas en su proyecto, en su partido y, lo que es más importante, en amplias capas de la sociedad, que ya emiten señales claras de que hay que poner coto a tanto desvarío, protagonizadas por el Gobierno PSOE-Podemos, que fue una apuesta muy personal de Pedro Sánchez. De momento, Pablo Iglesias ya se ha ido, y es posible que no haya cerrado la puerta al salir.

Temas

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario