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Andalucía

Pedro de Tena

El juego andaluz de la 'Hypotheses sí fingo'

¿A quién beneficia la operación? Pues a todos a los que conviene un adelanto electoral.

¿A quién beneficia la operación? Pues a todos a los que conviene un adelanto electoral.
El vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín. | María José López / Europa Press

Si hay algo más alejado de la ciencia y de la veracidad comprobable, eso es la política, terreno de la mentira -ya lo reiteraron Revel y muchos otros -, y la especulación interesada. Por eso, don Isaac Newton escribió que él no articulaba hipótesis, sino que todo lo que decía, o casi, era certificable mediante experimentos repetidos e incuestionables. Como la verdad es indistinguible en política, lo mejor es jugar a las hipótesis.

Verán. Ayer se dio a conocer una grabación que contenía un discurso de Juan Marín, el mascarón visible de Ciudadanos, pronunciado en el grupo parlamentario el pasado mes de junio. Esto es, se ha atesorado el bombazo durante varios meses, tres largos, y se ha dado a conocer justo unos días antes del congreso regional del PP andaluz, poco después del congreso regional del PSOE y en plena negociación de los presupuestos andaluces trufados de nubes electorales.

Lo que ha dicho el vicepresidente de la Junta, Marín, cuyo consejero Juan Bravo lleva semanas negociando los presupuestos andaluces para 2022, es textualmente, aunque no totalmente, lo siguiente:

- "¿En año electoral no podemos permitir el lujo de presentar un presupuesto? Yo creo que no. Es estúpido… Podemos presentar un presupuesto para que no nos lo aprueben (...) es que no nos interesa. Prorrogamos y listo".

- ""Hay que tener en cuenta que los tanques salen a la calle en enero... ahí empieza la campaña electoral pura y dura".

- "El PSOE solamente le queda una jugada, que es demostrar que puede ser útil de alguna forma en esta legislatura y si le quitamos esa posibilidad (...) pues al final conseguimos pleno… La campaña electoral empieza en enero y hay que quitarle al PSOE la posibilidad de demostrarse útil".

-"Tenemos ya unas cuentas públicas ¿Para qué hacer otras que van a implicar recortes y que no vamos a poder prácticamente ejecutar?"

Lo dijo en junio de 2021 y en el contexto de unos presupuestos a la baja por culpa de la Montero de Hacienda. Pero eliminar el contexto forma parte de la preceptiva de la manipulación.

Hay que aceptar como evidente por sí mismo que ha sido un diputado o diputada de Ciudadanos quien ha grabado sin escrúpulos el contenido de una reunión, filtrando sólo lo que se refería a Juan Marín. Congelar un gatuperio así durante tanto tiempo ya es notable e indica una muy fina capacidad de dominio de los tiempos políticos.

De manera inmediata, al indulto inaceptable de la secuestra hijos de Juana Rivas, se añadían otros dos, esta vez políticos, no penales. Durante meses, los presuntos culpables del reventón de los presupuestos andaluces estaban siendo tanto el PSOE como Vox, aunque por razones distintas.

Desde ayer, ambos están mediáticamente fuera de toda responsabilidad mientras que el que se come todo el marrón es Juan Marín, y, de paso, Juan Manuel Moreno y su gobierno. Como la Chata de Cái queda el consejero de Hacienda, Juan Bravo, del PP, al que se acusa, sin pruebas, de estar en el ajo caliente y a destiempo de Marín.

Por tanto, desde ayer, delenda est Legislatura andaluza, que ya no tiene opciones de perpetuarse, entre otras cosas porque, como dice el propio Marín, los tanques electorales salen a la calle en enero. Se equivocó en dos meses, porque, desde ayer, ya están en la calle. PSOE y Vox presentarán enmiendas a la totalidad del Proyecto de Ley y 2022 será un año de presupuestos prorrogados, a menos, tomen nota, de que Vox salve a la Junta por alguna razón de futuro.

Ante este baile de disfraces, los del coro de a pie no podemos hacer otra cosa que entretenernos con un juego de hipótesis. ¿Quién ha sido, a quien interesa, por qué se ha hecho?

Al haberse filtrado la ponzoña a la Cadena SER, habitual medio de comunicación ligado a los intereses socialistas, cabría pensar que ha sido el propio PSOE quien disponía de la granada de mano sonora desde junio o, alguien se la ha facilitado ahora, y que lo ha filtrado justo antes del congreso del PP y después del propio. Espadas no pinchaba ni pintaba bien y esta marimorena le ayuda a desligarse de los presupuestos, de la negociación y del paripé de la moderación para dar paso a la campaña electoral ascendente desde un púlpito más tenso y agresivo, que da votos. Ya se conoce la teoría de la tensión de Zapatero Gabilondo.

Si tenía la grabación desde hace tiempo, es obviamente deducible que el PSOE dispone de gente afín en el grupo parlamentario de Ciudadanos y que, cuando llegue el momento, anunciarán el salto al corral socialista. Si no, es que alguien interesado de Ciudadanos ha facilitado el fin de la legislatura desviando la atención de sí mismo quitando del punto de mira al PSOE y a Vox.

Pero en el grupo parlamentario de Ciudadanos, hay más sectores implicados. El propio de Juan Marín y sus unos cuantos. Otros, obedientes a El Lobo, Fran Teodoro Hervías, servidores del PP de Pablo Casado, que sostiene pendencias con Moreno y Bendodo. Y un tercer grupo, pequeño, de personas fieles al ideario original del Ciudadanos que nació en Cataluña. Alguno de ellos ha sido, pero el grupo de Marín que ha quedado arrinconado y sonado con unas primarias a las puertas.

¿A quién beneficia la operación? Pues a todos a los que conviene un adelanto electoral. ¿Y quiénes son estos? Al PP nacional, Génova dixit, que lo ha proclamado muchas veces. A una parte del PP andaluz, como reconoció el portavoz parlamentario José Antonio Nieto, que es casadista. A Vox, al que las encuestas le dan un crecimiento notable y un papel decisivo en la formación de un nuevo gobierno. Y, no se olvide, a una parte del PSOE que quiere que Espadas quede mellado tras la primera confrontación electoral.

¿Quién ha sido? Cualquiera sabe. Pero, como acaba de decir Federico en la radio esta misma mañana, dado que las apariencias engañan siempre y, cuando se trata de cloacas políticas, a casi todo el mundo, podemos fingir la hipótesis de que el PP, con o sin la aquiescencia de Juan Manuel Moreno, ha sido el autor de la filtración recibida de uno de los sicarios de El Lobo, celosamente guardada durante un trimestre, hasta elegir el momento de causar el mayor daño posible.

De hecho, pocos dudan en este momento de que la legislatura andaluza ha acabado y que la convocatoria electoral es inaplazable. Esto le viene muy bien al trío genovés que succiona lo que queda de Ciudadanos, anticipa unas elecciones en las que espera obtener un buen resultado pero no tanto para Juan Manuel Moreno, esto es, mejor para Pablo Casado y logra que un PSOE incómodo con Espadas no se recupere a tiempo.

De paso consigue que Vox no crezca más de la cuenta dado los espectáculos obscenos de las compraventas judiciales y el acoso y derribo de Ayuso.

¿Hay otras hipótesis? ¿Pueden haber sido los intoxicadores los comunistas cuarteados de Podemos, IU, Errejón y los anticapis? ¿Para qué? Hasta el momento, divididos, ideológicamente rotos y con un importante desbarajuste intelectual, sean las elecciones andaluzas cuando sean, van a bajar más o menos pero sí o sí.

Cabe asimismo la hipótesis de que haya sido Vox el elegido para administrar la fechoría y que, deseando anticipar unas elecciones en las que sabe va obtener mejores resultados de los publicados, ha resuelto reventar la legislatura por medio de la bocaza de Juan Marín. Pero eso querría decir que Vox tiene simpatizantes dentro del grupo parlamentario de Ciudadanos o que ha sido elegido como mensajero por alguien diferente. No cuadra mucho.

Ante tamaño laberinto, lo mejor es el camino señalado por la navaja de Ockham, que sienta que, en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla es la más probable. No nos pidan señalar cuál es la más sencilla, porque eso sería ya de matrícula de honor.

Una cosa es segura. Juan Bravo, el consejero de Hacienda de la Junta, no sabía nada. Tanto número, tanta mano izquierda y/o derecha y tanta paciencia educada y conciliadora, para terminar quedando en el ojo del huracán, no suma con el secreto ni la conspiración.

Ahora se trata de saber si Juan Manuel Moreno, a la vista del maremoto político creciente, calculará bien. El descrédito del vicepresidente de su Junta le va a afectar si no dimite. Eso de que sólo hay una voz en la Junta, es peligroso. ¿Qué voz? ¿La de Juanma o la deformada de Marín? Ciudadanos está cadavérico pero el PP andaluz puede sufrir un serio desgaste que ni Canal Sur va a contener. Eso lo va a subrayar el congreso regional de este fin de semana.

El PSOE saca pecho y propaganda y Juan Espadas encuentra un filo filón. El comunismo sureño no sabe ni contesta y Vox puede subir menos de lo que se cree debilitándolo en una segunda legislatura del cambio en la que su presencia sea necesaria pero no contundente. A nivel nacional, se trata de que Casado gane algo y Sánchez pierda algo cuanto antes. Una bandera en pleno cayetanazo y ayusón.

¿Y los andaluces que íbamos a tener unos presupuestos más potentes que nunca para salir de la crisis y superar el agujero de la Covid? ¿A quién podemos creer? ¿Qué podemos esperar? ¿Qué podemos hacer?

Boquiabiertos hemos quedado, eso sí.

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