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Andalucía

Pedro de Tena

La semana decisiva

Nadie tiene ni idea de lo que puede ocurrir en Andalucía cuando se abran las urnas y se cuenten los votos el próximo domingo 19 de junio.

Nadie tiene ni idea de lo que puede ocurrir en Andalucía cuando se abran las urnas y se cuenten los votos el próximo domingo 19 de junio.
Juanma Moreno, presidente de la Junta y candidato a la reelección, en el primer acto de campaña del PP-A | PP-A

Nadie tiene ni idea de lo que puede ocurrir en Andalucía cuando se abran las urnas y se cuenten los votos el próximo domingo 19 de junio. Si hacemos caso a los sondeos publicados hasta el momento, la cosa parece estar clara. Va a ganar el PP de Moreno-Feijóo-Bendodo-Arenas pero muy lejos de la mayoría absoluta y bien distante igualmente de los 50 escaños que logró el campeón de Olvera en 2012. Pero esta vez podrá gobernar porque existe Vox y entonces no existía. Las demoscópicas dan a Vox un crecimiento importante cuyo pico máximo muerde los 27 escaños, quizás más, porque la distancia a nuevos diputados es muy pequeña, y el mínimo descansa en los 17.

Ciudadanos va a quedar jibarizado por sus errores de 21 a 1-3 escaños como máximo, lo que le convierte en voto inútil salvo para las ceremonias de salón que tratarán de presentarlo como excusa para un gobierno en solitario, si fuese posible de Moreno, manteniendo de ese modo la ficción de la coalición actual bajo una nueva vicepresidencia de Juan Marín.

Del PSOE poco hay que decir. Ya sueña sencillamente con igualar los resultados de Susana Díaz en 2018, que fueron los peores de la historia del partido. Ergo, Juan Espadas puede pasar a la posteridad como el peor grano en el culo de lo que no ha mucho fue todo un régimen de poder que aún sigue en gran medida en pie. Si bajase los 33 escaños actuales, como se pronostica, el gobierno de Pedro Sánchez, que hace agua por muchas partes, ya no podrá resistir.

De la izquierda comunista varia, de la trostkista anticapi del kichiándalusí al cambembo podemismo residual cosido a la vieja IU, hay que subrayar que en el mejor de los casos perderán alrededor de 7 escaños. Méritos han hecho para perder aún más por sus puñaladas traperas, su falta de rigor y su inclinación faltona e insultante anti-Vox que ha convertido a Macarena Olona en uno de los ejes de la campaña.

Esto es lo que parece. Pero habrá que ver cómo pesa en los ánimos del respetable el triunfalismo incontenido del PP y sus medios afines, la horrible campaña del PSOE, la enigmática estrategia de Vox y el olor de la basura en el corral comunista. En la semana decisiva, aunque muchos creen que poco puede cambiar, es cuando se producen los errores inesperados, los traspiés provocados, las zancadillas de diseño y los escándalos retenidos.

En mi opinión, mucho va a depender de lo que el PSOE y Vox, sobre todo, hagan en los próximos días. Si Juan Espadas lograse, con la ayuda de alguien que no sea Sánchez, uno de sus errores esenciales porque simboliza el mordisco inflacionario en los bolsillos andaluces que se nota en sus pequeños y medianos municipios y el caos en la política magrebí que afecta a Andalucía, superar los 33 escaños susanistas recuperando parte del voto moderado de la izquierda que se está yendo al PP y a Vox, podría forzar al PP a pactar con Vox y organizar la oposición a partir de ese hecho contundente.

En el caso de Vox, su candidata ha pasado de la visibilidad a la media luz sin que nadie explique por qué. Se sabe que muchos medios de comunicación, los públicos y no pocos privados, han trabajado concienzudamente para anularla y oscurecerla, pero algo no cuadra en un Vox que comenzó la campaña como una bala y que ahora parece resignarse en vez de aprovechar la semana decisiva para dar los golpes que necesita la candidata. Puede llegar a los 30 diputados si logra rebañar las mínimas distancias que le separan de varios escaños en juego pero también puede bajar hasta los 20 si sigue dejando perplejos a propios y extraños.

Para los que no tenemos carné de partido pero sí memoria, lo importante es forzar el cambio definitivo en una región que ha visto retrasadas sus oportunidades por un régimen socialista que ocupó Andalucía pero no se preocupó de ella. Eso sí, consolidó una casta burocrática que ha tenido la suerte (o la mala, quién sabe) de que no se conozca la sentencia del caso ERE antes del 19 de junio.

El PP ha tenido 3 años largos y el cambio no se ha producido. Con la proporción de poder que sea, PP y Vox, Vox y PP, tienen ahora las llaves de la puerta. Si se dejaran de tonterías, todo iría mucho mejor.

Parece que todo el pescado está vendido, pero las semanas decisivas se llaman así por algo.

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