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Antifascistas contra la musulmana islamófoba

¿La razón? Najat El Hachmi denuncia siempre que puede la opresión religioso-patriarcal que sufren las mujeres en las teocracias islámicas.

¿La razón? Najat El Hachmi denuncia siempre que puede la opresión religioso-patriarcal que sufren las mujeres en las teocracias islámicas.
Najat El Hachmi, en LD. | LD

Barcelona cuenta con unas fiestas patronales "históricas", las de la Mercè, que se inventó Francesc Cambó cuando accedió a un puesto de concejal en el Ayuntamiento allá por 1871, la misma época en la que igualmente se inventó la sardana, el himno de los segadores, el mito del 11 de septiembre y, en general, la nación catalana. Y como toda fiesta local que se precie, también la de la Mercè cuenta con un pregonero. Este 2023, el alcalde Collboni ha tenido el buen criterio de encargar ese cometido a la escritora Najat El Hachmi, novelista catalana nacida en Marruecos pero residente en la capital catalana desde los ocho años.

La elección de El Hachmi, narradora con una obra de calidad en las antípodas de la literatura comercial al uso, un rigor creativo que le ha sido reconocido con premios como el Nadal, está suscitando, sin embargo, una virulenta campaña en contra de su persona por parte de la crema y nata del antifascismo oficial barcelonés. Así, varias docenas de colectivos (no confundir con los autobuses de Buenos Aires), desde un autodenominado Observatorio contra la Homofobia hasta cierta Unidad contra el Fascismo y el Racismo, exigen a Collboni su "destitución". Y es que nuestros antifascistas domésticos acusan a la musulmana El Hachmi de islamófoba.

¿La razón? El Hachmi denuncia siempre que puede la opresión religioso-patriarcal que sufren las mujeres en las teocracias islámicas, una de cuyas manifestaciones externas más ominosas es la imposición del velo como símbolo supremo de la sumisión femenina. Una disidencia herética frente a la Edad Media vigente al otro lado del Estrecho, la de la pregonera El Hachmi, que los niños y las niñas amamantados desde la cuna en la progresía más progresista de la provincia de Barcelona no están dispuestos a tolerar bajo ningún concepto. "¡El Hachmi, fascista!", gritan airados nuestros pequeños tontos del culo con balcones a la calle. Y por si fueran pocos sus pecados, esa mujer resulta que tampoco ve clara la Ley Trans. En fin, todavía no la han acusado de ser del sector liberal de Vox, pero tiempo al tiempo.

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