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EDITORIAL

Franco: el Rey sortea la primera emboscada sanchista del año

Que en el año franquista de Sánchez el Rey sólo vaya a asistir a las visitas de Auschwitz y Mauthausen aclara muchos de los pasajes del discurso de Nochebuena.

Felipe VI ha conseguido esquivar la primera emboscada sanchista del año. El monarca no prestará la Corona a la campaña de Pedro Sánchez a cuenta del cincuentenario de la muerte de Franco. El Rey no asistirá a la inauguración de los fastos sanchistas y sólo participará en dos de los más de cien actos programados por la maquinaria propagandista socialista. Esos dos actos son sendas visitas a los campos nazis de concentración de Auschwitz y Mauthausen, donde además de rendir homenaje a las víctimas españolas el presidente del Gobierno podría reflexionar sobre el sesgo de su política general sobre Israel.

El Rey no ha caído en la trampa de la "memoria histórica" de los socialistas. Su ausencia en el grueso de los actos impedirá a Sánchez revestir la burda maniobra de la categoría de institucional. Servirá, eso sí, para que el presidente del Gobierno se presente en los eventos como Jefe del Estado, condición que trata de arrebatar a Felipe VI desde que se aposentó en la Moncloa. Resistir el acoso del aparato sanchista es otro de los méritos del monarca, junto al discurso del 3 de octubre de 2017 y su actitud en Paiporta.

La campaña sobre el cincuentenario de la muerte de Franco se ha diseñado para desviar la atención sobre la corrupción del entorno de Sánchez, las cesiones a los separatistas catalanes y a los herederos de la banda terrorista ETA, los disparates económicos del Gobierno y cuantas vías de agua sume y vaya a sumar el régimen sanchista. Es el ya famoso comodín de Franco. Que el fiscal general del Estado, imputado, está bajo sospecha de destruir pruebas, Franco. Que el hermanísimo pidió un aumento de sueldo estando en excedencia en un puesto regalado, Franco. Que Ábalos, Begoña y Cerdán... Franco.

Resulta obvio además que uno de los puntos fuertes de la campaña será cuestionar la legitimidad de la monarquía parlamentaria, por lo que no sólo estamos ante una operación sectaria sino que es un ataque en toda regla al sistema democrático y constitucional. Si algo ha demostrado el líder socialista es que no da puntada sin hilo y el cincuentenario de Franco a cargo del Gobierno va contra la convivencia, contra la unidad de España y contra el Rey.

Felipe VI ni hace ni puede hacer política, está privado de los instrumentos que asisten a Pedro Sánchez, que utiliza todos los resortes del Estado en su provecho. El Rey es permanentemente empujado con las manos atadas a la espalda a un duelo con un presidente armado hasta los dientes, un político que ignora y desprecia el protocolo, la educación, las leyes, los límites y líneas rojas que se le pongan por delante. Que en el año franquista de Sánchez el Rey sólo vaya a asistir a las visitas de Auschwitz y Mauthausen aclara muchos de los pasajes del discurso que pronunció en la pasada Nochebuena.

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