Recordando a Jose María Urquizu Goyogana (y a Mercedes Aranaga)
La vasca es una sociedad profundamente enferma que se encamina por un abismo de degradación moral hacia su destrucción
Ayer...
Mi padre, Jose Mª Urquizu Goyogana, fue asesinado por ETA el 13 de septiembre de 1980. Se cumple ahora el centenario de su nacimiento y he querido reivindicar de nuevo su memoria y recordar que el suyo es uno más en la lista de casos en los que la JUSTICIA sigue PENDIENTE (358 cobardes asesinatos de ETA sin resolver).
Todo el que conoció a mi padre le apreciaba profundamente. Nadie puede aspirar a nada mejor en la vida que a dejar un buen recuerdo en quienes nos han tratado. Naturalmente, los efectos del asesinato en mí y en mi familia (también en mucha gente más) fueron los de una "bomba atómica".
No me extenderé al respecto porque la dirección de la vida es "hacia delante" y procuro ajustarme a ella.
He comentado en otras ocasiones que la familia tuvimos la fortuna de ver cómo tras su asesinato hubo una manifestación en Durango (cosa impensable en 1980).
Pero, en vez de extenderme glosando su memoria, cederé la palabra a mi madre a través de unos escritos que encontramos entre sus papeles cuando murió (en realidad, asesinada por la misma bala que mató a mi padre). Ella permaneció valientemente en su puesto… pero su corazón apenas resistió 4 años más.
Al ceder la palabra a mi madre, Mª Mercedes Aranaga, quiero homenajear a tantas viudas inconsolables y abandonadas durante tantos años de un modo vergonzoso (pienso en tantas viudas y madres de Guardias Civiles, asesinados en la flor de la vida…).
Éste es un extracto de sus palabras:
Jose Mari era una de esas piezas de artesanía que se fabrican por casualidad y ya nunca podrá repetirse porque el molde ha sido destruido…
Le gustaba la vida: Esa luz, ese cielo, esas nubes…
¡y sus montañas a las que tanto amaba!
Miro su fotografía y me gustaría oírle decir:
He venido para quedarme contigo y saborear como antes cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día (…).
¡Si supierais hasta qué punto le echo de menos! ¿Quién puede imaginar el sufrimiento que supone querer oír esto y escuchar el silencio por respuesta?
Lo que sí siento en mi interior es su voz diciéndome: "Adelante, Merche, no desfallezcas".
La gente no muere cuando el corazón deja de latir… la gente muere cuando los latidos no tienen sentido.
He pasado días maravillosos a su lado, días sin prisas en los que era imposible imaginar que iba a suceder algo tan tremendo. Con mis 20, 30, 40 años, feliz con sólo estar a su lado (…).
Te quiero, Jose Mari, con ése amor tranquilo que proporcionan 28 años de convivencia, cinco hijos, problemas comunes superados…
Te quiero por tu inteligencia, por tus delicadezas, porque has sido capaz de sacrificar tu vida… porque nadie, absolutamente nadie es capaz de apartarte de lo que consideras tu deber…
Pudiste haber salvado tu vida entregando un dinero que te pedían. Tu conciencia no te permitió ni considerarlo siquiera. Sabías que ese dinero que hubiera salvado tu vida iría destinado a comprar armas que segarían otras vidas. Aunque destrozada, te quiero aún más si cabe por tu valentía.
Rezo, convencida, de que desde otro lugar me escuchas y me sigues amando… y ése es, precisamente, mi único consuelo.
Hoy…
Vuelvo ahora a tomar la palabra para denunciar sólo un ejemplo (podría citar muchos) de cómo se están haciendo las cosas en el País Vasco con respecto a las VT:
Hay un monumento en Bilbao en recuerdo "a todas las víctimas del terrorismo y la violencia en Bilbao".
En un reciente escrito explicaba por qué mi familia y yo nos desmarcamos rotundamente de la inauguración del monumento en cuestión (personalmente, me refiero a él como una "cosa" a la que en absoluto me siento vinculado, ni mucho menos reconfortado —a diferencia del monumento de Lakua en Vitoria que las VT debemos al talento, generosidad, compromiso y humanidad de Agustín Ibarrola—).
En la obra citada hay una placa que dice así:
"CASOS DE VULNERACIONES DEL DERECHO A LA VIDA CAUSADAS POR…"
Eta, Eta pm, Eta m, CC.AA. (sigue un listado de nombres)
GAL, BVE, Triple A (sigue un listado de nombres)
Fuerzas de seguridad (sigue un listado de nombres)
Autoría confusa y otros (sigue un listado de nombres)
El rebuscado eufemismo en el texto de la placa no puede ser más sintomático de la profunda miseria moral que inunda a una gran parte de la sociedad vasca hoy en día (resultado de un interesado adoctrinamiento nacionalista de décadas).
La evitación de la palabra exacta (ASESINATOS), la limitación de los nombres a los nacidos o asesinados en Bilbao (¡Centro del Universo!), la forzada mezcla de épocas a la que se recurre y el calculado silencio ante la JUSTICIA PENDIENTE merece que describamos la filosofía que alimenta la "cosa" como cobarde, interesada y profundamente perversa.
Mañana…
Una sociedad en la cual una gran parte mira para otro lado cuando algunos de sus miembros son señalados, hostigados, marginados, torturados (al saberse condenados)… y finalmente asesinados porque otros se han auto-otorgado ese derecho para IMPONER su visión de país… Una sociedad que, una vez consumados los asesinatos, no exige JUSTICIA para las VT, tolera beneficios penitenciarios para asesinos no arrepentidos y sus cómplices… es una sociedad profundamente enferma que se encamina por un abismo de degradación moral hacia su destrucción.
Naturalmente, en la sociedad hay sectores bien diferentes; cada uno elige en cuál se alinea. Seguimos metidos en una batalla por la LIBERTAD, por la VERDAD, por la JUSTICIA.
Para tener un futuro deseable es imprescindible una labor de terapia social regeneradora que incluirá necesariamente un respeto a la verdad histórica, una condena SIN PALIATIVOS ante la barbarie terrorista y, por supuesto, JUSTICIA.
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