La cara de la mentira
Definitivamente, el 9 de julio de 2025, Pedro Sánchez enterró la reconciliación entre españoles plasmada en la Transición española de 1978.
Al oír ayer a Pedro Sánchez en el Congreso tuve la sensación de estar escuchando a Al Capone dando lecciones de honradez y respeto a la ley. Un Killer, que dijera Pérez Reverte. De la mentira, añadiría yo. Un farsante peligroso.
Definitivamente, el 9 de julio de 2025, Pedro Sánchez enterró la reconciliación entre españoles plasmada en la Transición española de 1978. Un hombre sólo, arrogante y pendenciero, arropado por un partido de chihuahuas y defendido por una manada de lobos periféricos ansiosos por saquear España para desguazarla mejor redujo el Congreso a un campo de trincheras. Ya no se piensa, ya no se aspira a convencer, solo a aplastar al enemigo. Ya no hay ideas, sólo navajas. Cada bando a lo suyo. Con razón o sin ella. Maniqueísmo y juego sucio.
Esta es su obra. Más allá de todas las corrupciones y tropelías institucionales con que está jalonando el devenir político, a Pedro Sánchez se le recordará por haber destruido en solo 7 años toda la argamasa de valores éticos y mecanismos políticos necesarios para articular un Estado democrático. Con él no hay reglas, la regla es él; y él determina en cada momento lo que es verdad o mentira, lo que está bien o mal, lo que es democrático o facha.
Algunas consideraciones. Todos ustedes habrán visto un millón de veces esos vídeos donde afirmaba con convicción una posición, para negarla con la misma convicción tiempo después. Por ejemplo: "Con Bildu no pactaré…", "la amnistía es inconstitucional…" etc. para pactar con Bildu seguidamente y conceder la amnistía después. Eso no es novedad, lo novedoso es el argumento de legitimación. No había mentido, sólo había cambiado de opinión en nombre de algún bien superior no contemplado. Para cada ocasión, una disculpa, la más obscena, la amnistía para restaurar la paz social en Cataluña. Los resultados están a la vista. Cada día más insolentes, insumisos y groseros con la nación española.
Este mecanismo de negación lo ha repetido una y mil veces. Y siempre con la misma convicción, gesticulando, sobreactuando como un niño consentido al que sólo le puedes dar la razón si no quieres que te monte la de San Quintín. La mentira, así, no es una relación lógica presidida por el principio de contradicción, sino un recurso del ventajista para sacarle partido, tanto cuando afirma, como cuando niega una misma cosa, en función de sus intereses. Con ese criterio, Pedro el virtuoso, siempre tiene razón, cuando miente, y cuando desmiente. Lo hace con la misma convicción sobreactuada. Y le basta decir que sólo es un cambio de opinión por causas mayores que usted, facha, que no tiene capacidad para comprender, o carece de sensibilidad progresista suficiente para apreciarlo.
¿Pero siempre es posible sacar ese recurso del bien mayor de la chistera para mentir como un bellaco..? Veamos el vídeo donde Pedro Sánchez exige a Mariano Rajoy la dimisión antes y después de sus propios casos de corrupción, donde asegura convencido, que Rajoy, como responsable de los casos de corrupción de su partido, ha de asumir las consecuencias. Por lo que se ve, ahora, diez años después, ÉL sí puede pedir perdón sin asumir responsabilidades políticas. Lo que vale para los adversarios, no se aplica a sí mismo. Aquí es más difícil acogerse a sagrado. Aquí el comodín de "el cambio de opinión" es puro ventajismo. ¿Cómo puede cambiar de opinión sin parecer que es un tramposo? Y no contento con esa coz al principio de contradicción, se permite hacer lo contrario de lo que se comprometió hace diez años: "Yo no voy a caer en, ¡y tú más!, yo diré, ¡y yo más, y yo más! […]". Trilero como es, volcó todo un camión de basura sobre Feijóo y su partido. Por primera vez recibió un correctivo de su propia medicina. Y el Congreso se convirtió en un prostíbulo. Donde las dan, las toman.
Y el líder de la oposición ejerció como nunca esa función. Primero en su réplica a Sánchez: "Esta legislatura nació de una transacción corrupta, poder por impunidad". Y después con la recontra réplica. No fue lo más sangrante la referencia a los prostíbulos familiares, sino la advertencia al PNV: "Señores del PNV, ustedes verán; el PSOE acabará pactando con Bildu, les acabarán llamando fachas, ustedes se van a quedar sin gobierno, sin principios y sin votantes, allá ustedes, señorías".
A ver si los dirigentes del PP siguen por ese camino. A los nacionalistas no se les deleita, se les disputa el espacio, en este caso, el del centro derecha. A ver cuando aprenden de una vez a hacerse respetar. Y de paso, seguir esta ley: Mientras no se respeten, no les respetaran los votantes de centro derecha de Cataluña y el País Vasco. Nunca lograrán un partido mayoritario en esas comunidades, solo uno residual, si no se lo disputan a cara de perro.
Vicente Vallés, se sumó ayer a la comparativa, y reflejó lo que es. Impagable el vídeo.
CODA: La andanada contra Felipe González fue una de las escenas más ruines que se han visto en política. Alguien que exige lealtad absoluta a su persona en nombre del bien superior del partido (PSOE), da un navajazo envenenado a quien lo refundó en su mejor versión. Con el consentimiento de toda su bancada. Eso ya no es un partido, es una agenda de colocación.
Hasta la fecha era impensable el hundimiento del PSOE. Desde ayer, Sánchez puede lograr el doblete: su muerte política y su desmoronamiento. No sólo por él, sino por toda esa militancia que se ha podemizado y prostituido por las viandas.
Lo más popular
-
Woody Allen, para desesperación de la izquierda: "Madrid es una ciudad que siempre me ha encantado" -
La Audiencia de Madrid avala diligencias que acorralan a Begoña Gómez -
Bronca monumental en la Asamblea y acusaciones de "violencia política": "Verles enfadados me pone" -
Maduro en jaque: el Pollo Carvajal tira de la manta ante Trump y detalla las prácticas criminales del chavismo -
Vídeo: Febrero, fecha clave para el fin de Sánchez
Ver los comentarios Ocultar los comentarios