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EDITORIAL

Jumilla y la Mezquita-Catedral, la doble vara del PSOE

Las simpatías socialistas quedan claras cuando el presidente felicita fiestas religiosas de los musulmanes y pasa por alto celebraciones católicas.

El Gobierno sanchista no podía pasar por alto la oportunidad de hacer electoralismo de las más baja condición a cuenta de la polémica por la prohibición de fiestas religiosas en las instalaciones municipales de Jumilla. A fin de avivar el fuego del enfrentamiento y presentar al PP como un partido xenófobo y racista que se mueve a impulsos de Vox, el Gobierno ha presentado un requerimiento al Ayuntamiento de la localidad murciana en el que se impugna el acuerdo de la corporación municipal.

La rápida respuesta del Ejecutivo contrasta con las dilaciones en muchas otras materias y contrasta también con la posición vocacionalmente laicista del PSOE. Pero la encendida defensa de la religión musulmana por parte del Gobierno de Pedro Sánchez no es novedad. Las simpatías socialistas quedan muy claras cuando el presidente felicita las fiestas religiosas de los musulmanes y pasa por alto con olímpico desprecio las celebraciones católicas.

El requerimiento firmado por el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, y el de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, sostiene que se está restringiendo la libertad religiosa de los musulmanes. El texto es totalmente contrario a la verdad. Y es que el acuerdo municipal no recoge la propuesta de Vox de prohibir específicamente la llamada fiesta del cordero sino que las instalaciones no se usen para "actividades culturales, sociales o religiosas". No es lo mismo, pero la izquierda no va a permitir que la objetividad y la precisión les chafe una iniciativa demagógica y populista.

La defensa de la religión musulmana por parte del Gobierno socialista también resulta contradictoria con las protestas del portavoz socialista en el Ayuntamiento de Córdoba, José María Bellido, por la intención del consistorio de contribuir en las obras de reconstrucción de las partes de la Mezquita-Catedral dañadas por el incendio desatado el pasado viernes.

Considera el portavoz socialista que los cordobeses no tienen por qué pagar lo que considera "errores y desaguisados de terceros". A su juicio, la reconstrucción no debe sufragarse con dinero público a pesar de la condición de patrimonio mundial del monumento. La falta de la más mínima sensibilidad en el caso de la Mezquita-Catedral frente a la solidaridad con la comunidad islámica de Jumilla. Es el socialismo en acción, orgulloso de su doble vara.

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