Aunque parezca mentira el tuitero Óscar Puente es también ministro de Transportes y Movilidad Sostenible cuando su dedicación a esparcir bulos, insidias e insultos en las redes sociales le da un respiro. Todo lo que depende de Óscar Puente en el ministerio donde José Luis Ábalos, Santos Cerdán y Koldo García entre otros se pusieron las botas está supeditado a la acción "política" en X del peculiar personaje, probablemente el ministro de transportes más inútil e indocumentado desde que en España hay trenes.
La última hazaña de esta especie de influencer pasado de vueltas ha sido instrumentalizar los incendios que azotan España de norte a sur y que ya han causado al menos la muerte de una persona en la localidad madrileña de Tres Cantos. Con una falta de empatía similar a la de su "puto amo", el galgo de Paiporta, Puente entiende los incendios como una oportunidad para desgastar al PP especulando sobre el paradero de presidentes autonómicos como el de Castilla y León y el de Andalucía. Vistos los mensajes de Puente está claro que al dirigente socialista no le importa el coste humano y material de las catástrofes si le permite ejercer su habitual demagogia y populismo.
Aunque los asuntos de su competencia como ministro funcionaran a la perfección, la actividad en redes sociales de Puente sería igualmente detestable. Pero es que todo lo que tienen que ver con los transportes y la movilidad en España es un desastre que se sujeta con alfileres por la nefasta gestión del sanchismo y la ausencia de mantenimiento, de inversiones y de planes en materia de infraestructuras. Los trenes de alta velocidad que fueron en España una garantía de puntualidad y calidad son ahora auténticas ratoneras. Los retrasos son la tónica habitual. Falta personal, faltan medios y falta un mínimo de dedicación por parte del ministro, que en vez de estar al pie del cañón de lo suyo prefiere entretenerse en X mientras estaciones de tren y aeropuertos registran toda clase de incidencias e interrupciones de los servicios.
La falta de dedicación de Puente es clamorosa. Así como su falta de sensibilidad frente a unos fuegos que ponen en peligro las vidas de las personas, que matan a miles de animales y que causan estragos materiales y naturales incalculables. Y frente a eso, el ministro Puente haciendo bromas sobre las vacaciones de Moreno Bonilla o Fernández Mañueco. Se puede ser más mezquino, miserable y canalla que Puente, pero es muy difícil.

