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José T. Raga

¿Qué pasa en España?

El eficiente gobierno del señor Sánchez, siempre preocupado por los más vulnerables, ha demostrado que se le han olvidado buena parte de éstos.

El título de hoy reconozco que adolece de falta de concreción, quizás para no vincular a su especificidad su contenido, que se verá incrementado, en todo caso, con la creatividad de los lectores, aportando conocimiento y experiencias, sobre los temas que se susciten en el texto.

A poco que me conozcan los lectores, pienso que estarán en condiciones de apostar por la presencia de materias económicas, micro o macro, cualquiera que fuera el encabezamiento elegido.

Y, entrando ya en la materia de hoy, anticiparía una pregunta a los españoles interesados, con el fin de observar el estado de la cuestión previo a estas líneas. ¿Están satisfechos con la evolución de la economía española en los tiempos recientes, o lo están de cómo evoluciona su propia economía familiar?

O, dicho de otro modo, aceptan como acorde a la realidad económica, el eslogan del gobierno, de que la economía española va como un tiro, o que España está viviendo su mejor momento histórico. La presencia continuada en foros internacionales, o visitas de Estado a lejanos territorios, de eficacia, en muchos casos, más que dudosa, permite suponer que así lo creen.

Frente a esa versión presidencial gloriosa, hay otra vertiente menos publicitada pero mucho más real, de que España ha sido puesta, por la Comisión Europea, bajo vigilancia, por los escasos avances conseguidos que, pese a los períodos de bonanza económica, no han impedido seguir por debajo de la media europea.

En más de una ocasión hemos hablado de esto, en estas mismas páginas, es difícilmente asumible que el desempleo en España a fin del año 2024, según datos de EUROSTAT alcanzase el 11,4%, cuando la media de la Unión Europea era del 5,9% y el de la EUROZONA el 6,4%.

Ello, además, cuando el dato español viene acompañado de una nota a pie de página, en la que se expresa que su definición no coincide con la del resto de países europeos [definition differs, son los términos]; es decir, que el referido dato no es comparable con los del resto de la tabla. Manipular y falsear datos, tiene un coste político, y uno mayor en imagen.

Pero el eficiente gobierno del señor Sánchez, siempre preocupado por los más vulnerables, ha demostrado que se le han olvidado buena parte de éstos, porque, una de las razones fundamentales para que estemos en situación de bajo vigilancia por la Comisión Europea, es por el alarmante nivel de riesgo de pobreza infantil, además en crecimiento desde 2018.

Hablamos del riesgo de pobreza en los menores de diecisiete años, que en 2024 se situó en el 34,6% de la cohorte de edad correspondiente, cuando la media de la Unión Europea fue del 24,2%. Un ingrediente significativo, para abonar tal situación, es el abandono temprano de la educación, que con un descenso entre 2018 y 2021 – del 17,9% al 13,3% –, se estabiliza los cuatro años siguientes, para situarse, en 2024, en el 13,0%, siendo la media de la U. E. del 9,4%.

Vigilancia en la U.E. y lupa en la OTAN, ambos por desconfianza y ninguna credibilidad.

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